Fundada en 1997, la Primera Corporación Internacional de Telecomunicaciones de Taiwán parecía tener un futuro brillante por delante. Habiendo lanzado el PHS (Personal Handy-phone System) en todo el país, una red de telefonía móvil utilizada principalmente en Japón, China y Taiwán, Telecom Corp. había alcanzado un millón de usuarios en solo unos años.
Parte de su fortuna se debió a la capacidad de atraer el apoyo de grupos con necesidades especiales. Los médicos y profesionales de la salud, por ejemplo, optaron en masa por First International Telecom porque el sistema PHS no interfería con el funcionamiento de la maquinaria médica y porque, con una inteligente campaña de marketing, el mismo sistema se presentó como menos dañino para la salud que los de otros proveedores de servicios telefónicos.
Todo esto antes de la era de los smartphones. En unos pocos años, las ventas comenzaron a declinar y aquellos, como First Telecom Corp., que dependían exclusivamente de la telefonía de voz se vieron completamente abrumados por los operadores que ofrecían servicios de Internet. Los agujeros financieros se han ido ampliando, hasta convertirse en abismos, y en 2008 se elaboró un plan de reestructuración para el que se convocó a los expertos japoneses del XGP Forum. El plan era pasar de PHS a eXtended Global Platform (XGP), que mejora el rendimiento a través de velocidades de datos más altas.
Sin embargo, después de cinco años de intentos, llegó la bandera blanca y el Tribunal de Distrito de Taipei dictaminó la quiebra de First International Telecom Corporation. La compañía dijo que intentará mantener la frecuencia de red de 1900 MHz -el PHS opera en una banda de frecuencia entre 1880 y 1930 MHz- para no privar a sus clientes de un servicio.
Sin embargo, según los expertos de la industria, es muy poco probable que haya empresas interesadas en hacerse cargo de una empresa que se ha quedado irremediablemente obsoleta en tan solo unos años.
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