Y llegó el día de Vanessa Ferrari, el ansiado, por el que la campeona de Brescia lleva trabajando desde los 6 años: Es el día de la final del ejercicio de suelo olímpico.. La cita es a las 17.23 y es una oportunidad más única y rara para la gimnasia artística femenina italiana, que finalmente puede ganar una medalla en Londres. Al currículum de Vanessa, 22 años en noviembre, campeona del mundo de 2006, solo le falta este título.
En las carreras de los últimos días ha demostrado que está en una excelente forma física y ella misma afirmó que vuelve a sentirse con la fuerza de una niña de 16 años, pero que también posee esa madurez que puede marcar la diferencia en la plataforma. En la cita de hoy, en el North Greenwich Arena de Londres, Vanessa llega con la tercera anotación, el aliciente justo para una campeona que puede aspirar al escalón más alto del podio. Seguro que las demás chicas la harán pasar un mal rato, pues compitiendo por la corona están siete princesas de la gimnasia, de pura sangre azul.
Primero el favorito de taquilla y ganador de las eliminatorias: la estadounidense Alexandra Raisman, 18 años, 1 metro y 57 por 52 kilos, bronce en el Mundial de Tokio en el mismo aparato y oro por equipos. Siguiente Sandra Raluca Izabasa, la bella rumana de 22 años, oro en bóveda hace unos días. Izabasa encarna la gran tradición rumana en la gimnasia, empañada en los últimos años y resucitada gracias a su talento. Su competencia de salto fue ejemplar: cuando la favorita McKayla Rose Maroney falló su segundo salto, Izabasa vio su oportunidad y la aprovechó. Esto revela la actitud ganadora de la gimnasta, el temperamento de la campeona. Siguiendo a los demás, todos atletas muy talentosos: la rusa Aliya Mustafina, 18 años en septiembre, oro en las barras asimétricas, gracias a un ejercicio difícil e impecable; Catalina Ponor, rumana, 24 años; Ksenia Afanaseva, Rusa, 21 años; Lauren Mitchell, australiana, 21 años, Jordyn Wieber, norteamericana, 17 años.
Vanessa tiene que creérselo y presumir de ese carácter que brilla en sus ojos. El podio se juega en detalles, un pequeño paso de ajuste, una puntera suelta, una pirueta desequilibrada, estos marcan la diferencia en los niveles más altos. Una mala diagonal o una caída hacen peligrar por completo la carrera, por lo que ni siquiera se deben considerar. Es sorprendente, por ejemplo, que Maroney se llevara la plata en salto tras una caída al final del segundo salto. Así lo decidió el jurado y debemos inclinarnos ante su valoración, teniendo en cuenta que el coeficiente de dificultad de la americana era especialmente alto. Sin embargo, se espera que en el cuerpo libre nadie descuente a nadie, que las chicas hagan una buena competencia y que Vanessa esté concentrada como en la calificación, luego de lo cual su agilidad, su precisión, su gracia, harán el resto.
Tras el bronce de Matteo Morandi y el casi éxito de Alberto Busnari, un podio para Vanessa Ferrari sería el final feliz perfecto para la aventura olímpica de la gimnasia artística italiana.
Cabe destacar hoy, además de las dos finales masculinas (paralelas a las 15 h y barras a las 16,37 h), la otra hermosa final femenina: la viga a las 15,47. La esperanza azul para este equipo, Carlotta Ferlito, no logró clasificarse, pero la carrera seguirá siendo emocionante, pues la rusa Victoria Komova vuelve a la pista, aún en busca del oro. La joven de diecisiete años, liviana como una pluma (con un peso de solo 38 kilos), fuerte como un diamante, aún no ha logrado alcanzar el éxito que esperaba. En la final del All Around los jueces prefirieron a la estadounidense Gabrielle Douglas, quizás por la gran carga de simpatía que expresa la 'ardilla voladora', así como por el alto nivel técnico de su gimnasia. Ayer la elegante Komova no logró ganar ni siquiera en las barras paralelas, donde cometió un grave error al prepararse para la salida. ¿Será el rayo su camino hacia el oro? Sin duda lo intentará, pero en el equipo más insidioso, siempre lista para probar las emociones de las gimnastas. Una vez más, la élite de esta olimpiada compite por esta medalla: las chinas Lu Sui y Linlin Deng, Alexandra Raisman, las rumanas Catalina Ponor y Larisa Andreea Iordache, Ksenia Afanaseva (Rusia) y sobre todo la chispeante Gaby Douglas con la que Komova tiene una cuenta abierta.