El fútbol no habla europeo, o al menos eso dicen los Juegos Olímpicos de Londres. De hecho, en las semifinales masculinas que se disputarán hoy, no hay ningún representante del Viejo Continente. La carrera por las medallas es entre Asia y América, con el debido respeto a Europa, que ha perdido a la súper favorita España y al anfitrión Gran Bretaña en el camino.
Para abrir los bailes habrá Japón y México, que a las 18 (hora italiana) competirá en el espléndido escenario del Old Trafford de Manchester en lo que promete ser un partido muy equilibrado. Llevamos un tiempo diciendo que los equipos en cuestión podrían haber recorrido un largo camino, y ahora uno de ellos incluso tiene la oportunidad de jugar por el oro. Sobre el papel, México es ligeramente favorito, aunque solo sea por el calibre de algunos de sus jugadores, sobre todo Giovanni dos Santos. Sin embargo, los 'Tricolores' gastaron mucha energía para superar a Senegal en cuartos de final: el partido se decidió en la prórroga gracias al genio del Tottenham, autor del gol que rompió el equilibrio.
Japón en cambio se presenta en Old Trafford fresca y motivada por la espléndida victoria sobre Egipto (3-0), que dio más moral a un equipo históricamente duro de morir. Ambos aspirantes sueñan con la final olímpica, para poner al menos la plata en el banco, también porque el oro parece ser el negocio de Brasil. La Seleçao avanza a grandes pasos hacia el único gran título que le falta a su extraordinario escaparate, la medalla olímpica más preciada. Claro, el partido contra Honduras demostró que nada es tan obvio en el fútbol como parece, pero Corea del Sur es claramente el desvalido.
El reto de Wembley (20.45 h) se presenta más como un trámite, un acto de gala en el que admirar a los distintos Neymar, Lucas, Pato. etc. en lugar de una semifinal real. En cualquier caso, los asiáticos lo intentarán, también porque el sueño de desafiar a Japón en una final olímpica es un estímulo realmente grande. Cita esta noche por tanto, para entender quién entre Asia y América acabará peleando por el dominio sobre el mundo del fútbol. Al menos en lo que se refiere a la juventud.