¿Cuál es el riesgo con un pase verde falso? El lío que ha salido a la luz en estas horas sobre la certificación verde podría llevar a la tentación a más de un italiano. El lunes, la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, hizo una aclaración que huele a paradoja: en esencia, los responsables de la ejercicios en los que a partir del 6 de agosto solo se puede acceder mostrando el pase verde (restaurantes, bares, pizzerías, cines, gimnasios, piscinas y más, siempre que sean interiores) están obligados a comprobar la certificación, pero al no ser funcionarios públicos no pueden pedir clientes para identificación.
El problema es evidente: si nadie comprueba que los nombres coinciden, la eficacia del pase verde corre el riesgo de desplomarse. Cualquier no vacunado podría fotocopiar la certificación de un amigo para luego asistir libremente a todos los recintos cerrados que desee. Y, seguramente, la policía no tiene suficiente personal para vigilar todas las entradas.
Por ahora, la única solución propuesta por el Ministerio del Interior es la de cheques de muestra, que solo expulsará a una fracción de los astutos, pero también podría actuar como elemento disuasorio. De hecho, cualquiera que vaya a un restaurante con un pase verde falso seguramente entrará sin problemas, pero al salir tiene que contener la respiración: si los para la policía o los carabinieri, que pueden pedir el documento, está bien. - Va a ser muy malo.
PASE VERDE FALSO: POSIBLES DELITOS Y SANCIONES
Entonces, ¿qué arriesgas con un pase verde falso? La respuesta es, depende. Dependiendo de la conducta que motivó el uso de la certificación falsificada, uno puede ser acusado de varios delitos, pero todos son de naturaleza penal y ninguno prevé penas leves.
Cualquiera que use el pase verde de otro, por ejemplo, podría ser demandado por reemplazo de persona (artículo 494 del Código Penal), delito sancionado con pena privativa de libertad de hasta un año.
Quien falsifique la certificación verde poniendo su nombre en ella se expone a incurrir en el delito de falsedad material cometida por el particular (PC, arte. 482). La sanción es la misma que la falsificación material cometida por un funcionario público en títulos o autorizaciones administrativas (PC, arte. 477), es decir, prisión de seis meses a tres años, pero reducida hasta en un tercio.
Otro caso más se refiere a personas que usan pases verdes falsos sin haber tomado parte en la falsificación (es decir, los compran). En estos casos, el delito consiste en uso de escritura falsa (PC, arte. 489), que prevé la misma sanción que el punto anterior, pero reducida en un tercio.
Sin embargo, es prácticamente imposible ser acusado de fraude, que exige una acción “encaminada a obtener un beneficio desleal con daño a los demás”. Quien compra un pase verde falsificado sabe muy bien que está cometiendo un delito, en consecuencia el comprador no es engañado por el vendedor (ambos están violando la ley) y por lo tanto la estafa no existe.