La temporada de verano comenzó oficialmente el 21 de junio. Los italianos comienzan a pensar y organizarse para las vacaciones tratando de encontrar el destino soñado que abarque comodidad, belleza y conveniencia.
Cada vez son más los viajeros que ya no pueden renunciar al atractivo que representa el viaje por carretera, mejor si se hace con todas las comodidades necesarias. En este contexto, la elección perfecta es la camper, que nunca ha pasado de moda a pesar del difícil periodo vivido durante los años de crisis.
Muchos lo consideran una vocación, otros un sueño (dados los costos de compra y alquiler), pero en el imaginario colectivo la camper representa el medio para recorrer el mundo, experimentando verdaderamente cada escenario y cada ambiente. A menudo empiezas alquilando uno para un viaje corto y luego, después de enamorarte del vehículo, pasas a comprar uno usado (precios entre 20 y 25 mil euros según los datos), con la esperanza de poder cambiar más pronto o más tarde. posteriormente a una camper nueva a estrenar (a partir de 50 euros).
En Italia, Val d'Elsa representa el llamado valle de las caravanas: un lugar de concentración desde el que las empresas exportan el 83% de su producción. Bueno, según los datos, incluso el mercado de autocaravanas se ha estado recuperando desde 2015. El año pasado hubo un agradable +10% de nuevos registros en comparación con 2014, mientras que incluso el usado está comenzando a ponerse al día.
En nuestro país, el número de propietarios de autocaravanas sigue aumentando: las últimas estimaciones hablan de alrededor de 3 millones de personas, mientras que más de 2,6 millones de propietarios de autocaravanas llegan a Italia desde el extranjero. En comparación con otras naciones, la península italiana aún tiene un largo camino por recorrer para adaptarse a los estándares (por ejemplo) de Francia y Alemania, lugares donde el número de áreas equipadas es cada vez mayor, a diferencia de lo que sucede en nuestro país en donde la atención hacia este tipo de mercado sigue siendo soso. Sin embargo, quizás, teniendo en cuenta los últimos datos, podría ser una oportunidad para un cambio: el deseo por los campistas ha vuelto a los italianos.
