La economía estadounidense envía una señal positiva pero, contrariamente a lo que se pueda imaginar, a los mercados no les gusta. El índice de precios de la vivienda de EE. UU. de S&P/Case Shiller subió un 0,9 % mes a mes y un 1,2 % año tras año. Los analistas, en comparación con junio, esperaban un crecimiento del 0,5%.
Pero la reacción del mercado fue negativa. De hecho, los inversores están a la espera de las declaraciones que este fin de semana dará el gobernador de la Reserva Federal, Ben Bernanke., anunciará en la reunión de Jackson Hole de los banqueros mundiales, con la esperanza de ver anunciado una tercera ola de flexibilización cuantitativa. Hoy, sin embargo, se teme que esta señal de recuperación de la economía estadounidense pueda empujar a Bernanke a dar marcha atrás.
Y en efecto, unos minutos después de la noticia del índice Shiller, las bolsas europeas se tiñeron de rojo con Milán perdiendo un 0,22%, Londres marca un -0,29% y Frankfurt un -0,58%. España es el maillot negro, tras el dato de PIB del segundo semestre que se contrajo más de lo esperado (Ibex -0,97%). También Wall Street abre en negativo con el S&P500 en -0,05%, el Nasdaq en -0,17% y el Dow Jones en -0,20%.
