Y llegó el día del duro despertar. Después de habernos engañado con el pokerissimo de la última vuelta, la Europa League vuelve para hacer llorar al fútbol italiano. Quien, al margen del derbi entre Fiorentina y Roma, sale de la ida de los octavos de final con una sola victoria, la del Napoli ante el Dinamo Mosca, ante las derrotas del Inter y Turín, aunque bastante abultadas. Nerazzurri y granada, derrotados por 3-1 y 2-0 respectivamente ante Wolfsburgo y Zenit, tendrán que realizar dos auténticas hazañas para clasificarse para cuartos de final y seguir persiguiendo ese sueño llamado Varsovia.
es sobre todo elInter haber salido con los huesos rotos: el ko alemán corre el riesgo de marcar de forma indeleble la temporada de Mancini. Y pensar que el partido de Wolfsburgo había empezado lo mejor que podía no haberlo hecho. Listo para jugar y Palacio aprovechó el sueño de los alemanes para adelantar a los suyos (5'). Parecía el comienzo de una noche de gloria también porque el Inter manejó bien el partido, pero luego vinieron los errores defensivos habituales. Primero un córner aprovechado por Naldo (28'), luego un doblete de De Bruyne (63' y 75') propiciado por los patos de Carrizo. “No es solo su culpa, los errores le pueden pasar a cualquiera”, lo defendió Mancini pero las imágenes hablan por sí solas. Ahora bien, para pasar y perseguir el sueño de la Champions (la única forma de llegar es ganando la Europa League), será necesaria una remontada perfecta, marcando dos goles sin encajar. Difícil pero no imposible, siempre y cuando no cometas ningún error.
Discurso similar también para el Turín, sobre la que sin embargo pesa la diferencia técnica con los rusos del Zenit. En San Petersburgo el partido estuvo equilibrado hasta el minuto 27, luego Benassi se encargó de encaminarlo hacia el equipo de casa. Las dos amonestaciones que dejaron a Toro en 10 durante más de una hora fueron imperdonables, dando a Hulk y sus compañeros el empujón hacia la victoria. Primero Witsel (38'), luego Criscito (53'): el 2-0 definitivo es casi una sentencia, aunque Ventura no quiere rendirse. “El árbitro se tambaleó, dirigió una dirección: sus palabras. – El resultado es muy pesado pero en la vuelta todavía podemos opinar”.
La situación entre es mucho más equilibrada Florentina y Roma: el empate 1-1 deja todo abierto aunque, debido al gol de visitante, la balanza se inclina ligeramente hacia los giallorossi. Una vez cada uno para un sorteo final sustancialmente justo. Primera parte de la marca morada, con gol de Ilicic (17') para certificar un dominio bastante claro, segunda parte en fuertes colores amarillo y rojo, con empate de Keita (77') y penalti fallado por Ljajic. “Lamento haber concedido un gol en casa – admitió Montella. – Pero creo que fue un partido abierto, lo pelearemos en el partido de vuelta”. “Creo que merecimos ganar – respondió García. – Éramos ambiciosos para buscar el gol de visitante, puede pesar mucho en términos de clasificación”.
Finalmente las sonrisas. Que, como era de esperar, llegó desde San Paolo, donde el Nápoles venció al Dinamo de Moscú con un bonito 3-1. Un resultado que no cierra del todo las discusiones (en Rusia será una batalla) pero que las encamina bastante. También porque el partido dijo lo que esperábamos: el Napoli es claramente más fuerte. Es una lástima la distracción inicial que derivó en la ventaja moscovita (Kuranyi en el 2'), la habitual ingenuidad que, evidentemente, Benítez parece no poder remediar. Pero entonces tomó la silla Higuaín, el verdadero showman de la velada. Cabeza (25'), penalti (31') y volea (55'): El Pipita realmente no falló nada. “Conocemos sus cualidades”, el lacónico comentario del técnico español. – Me gustó nuestra reacción tras el gol encajado, la mentalidad es la correcta. Dimos un paso importante hacia la clasificación, aunque aún no ha terminado". Cita el próximo jueves, para saber quién, entre Inter, Roma, Fiorentina, Nápoles y Turín seguirá en la copa. El sueño del póquer, incluso si es jodidamente complicado, todavía es posible. Mientras no te equivoques más.