Los mercados asiáticos abrieron débiles después de los datos de EE. UU. de anoche: las ventas de casas nuevas cayeron más del 14% y los precios medios subieron a $290. Una estadística que se presta a dos lecturas: por un lado, el sector inmobiliario está experimentando un retroceso (incluso han aumentado los 'stock' de viviendas -el indicador se construye con el número de meses necesarios para enajenar las viviendas disponibles para venta si las ventas continúan al ritmo del mes pasado); por otro lado, el aumento de los precios, también confirmado por otros indicadores, hace que cada vez haya menos viviendas cuyo valor sea inferior a la hipoteca residual, lo que debería incentivar el gasto de los hogares. Sin embargo, frente a estos datos estadounidenses ambiguos, está el anuncio del gobierno chino de que se prepara para lanzar 80 proyectos de infraestructura para apoyar la economía.
El índice MSCI Asia Pacific, sin embargo, limitó la pérdida al 0,3% a primera hora de la tarde japonesa. El p/e del índice regional es relativamente bajo: 12,6 contra 16 del S&P500. Y los futuros del índice americano son positivos y anulan la modesta regresión de ayer.
En el campo de divisas, el euro y el yen se mantienen estables frente al dólar (1,382 y 102,32). El oro y el petróleo WTI registran precios todavía débiles, a 1286 $/onza y 101,7 $/b respectivamente.
