en la parte superior de la empresas que cotizan en bolsa, la presencia femenina sigue siendo cercana a cero. Según el informe 2020 de Assonime sobre gobierno corporativo italiano, que analiza 220 de las 242 empresas presentes en la MTA a 31 de diciembre de 2019, solo el 7% de los presidentes ejecutivos y el 5% de los directores gerentes son mujeres. Entre el resto de funciones ejecutivas, la cifra crece, pero aún se mantiene muy lejos de la paridad, deteniéndose en el 20%. Si, por el contrario, ampliamos la mirada al consejo de administración en su conjunto, la presencia de mujeres se sitúa en un 37%, mientras que en los consejos de auditoría alcanza el 39%. La primera cifra está destinada a subir en los próximos meses: en base a una modificación de la Ley de Presupuestos, de hecho, a partir de 2021 la llamada “cuota rosa” en los directorios de las sociedades cotizadas pasará del 30 al 40%.
En cuanto a solo yo roles no ejecutivos, del estudio de la Asociación de Balnearios Italianos – ya en su 19ª edición – surge que la representación femenina es mayoritaria entre los consejeros independientes (55%) y alcanza el 46% en los consejos de administración de cuentas. Sin embargo, los porcentajes descienden si se restringe el análisis a los presidentes no ejecutivos de los Consejos (19%) y de las Cs (25%).
La situación es diferente comités asesores, donde casi siempre se respeta la igualdad de género. En particular, el informe Assonime subraya que la presencia de hombres y mujeres está casi perfectamente equilibrada en los comités que se ocupan de retribución, control y riesgos. En estos mismos órganos – donde el Código de Buen Gobierno exige la mayoría si no la totalidad de los miembros independientes – las mujeres ocupan la presidencia en el 55% de los casos, quizás precisamente por su prevalencia entre los directores independientes. En el comités de nominación, en cambio, los directores varones regresan en su mayoría (57%).
Finalmente, del lado de remuneración, “no encontramos evidencia de una brecha de género ni para los directores gerentes ni para los directores independientes – concluye Assonime – En ambos casos, el menor nivel de remuneración de las mujeres a nivel agregado se debe a su presencia en empresas caracterizadas por una menor remuneración. (pequeñas empresas, sociedades no financieras), en lugar de la brecha de género dentro de cada categoría de empresa”.