Ciertamente es una coincidencia que el CGIL de Maurizio Landini ha anunciado su intención de recoger firmas para 4 referéndum, incluido principalmente el que se opone a Ley del trabajo, a raíz de Elecciones sardas ganó por un puñado de votos el candidato de Cinco estrellas con el apoyo de Pd. Al azar pero hasta cierto punto, porque la conexión lógica entre ambos hechos es más que evidente. Los referendos promovidos por la CGIL no tienen valor sindical sino político y son probablemente el trampolín para las ambiciones de Landini, que dentro de dos años por estatuto deberá dejar la secretaría de la CGIL para convertirse en líder de laEje M5S-Pd. Además, para cierta decepción del Partido Demócrata, Landini no ha tenido reparos en los últimos días en abrazar Giuseppe Conte, con quien mantiene desde hace mucho tiempo una sintonía política, así como con elly schlein pero ciertamente no con los reformistas del Partido Demócrata. No hace falta ser profeta para imaginar que un posible liderazgo Landini del eje M5S-Pd se llevaría a cabo sobre una plataforma maximalista y populista, Melenchón o a Corbyn para ser claros, como el que siempre ha inspirado su acción sindical compuesta por mucha movilización pero muy pocos resultados concretos. Pero aquí está la conexión entre las ambiciones del secretario de la CGIL y el voto sardo que, como era de esperar, galvanizó al ala del Partido Demócrata que siempre ha soñado con abrazar el Movimiento Cinco Estrellas y cerrarse a las fuerzas democráticas liberales de el centro. A partir de estas premisas, ciertamente puede nacer una coalición de izquierda que prometa el sol del futuro, pero los números muestran que la alternativa de derecha sigue siendo una quimera porque la conquista del 51% de los votantes sin el centro es una pura ilusión. Los números lo dicen, con todo el respeto a Landini, Conte y Schlein.
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Landini, los referendos contra la Ley de Empleo y el sueño de liderar el eje Pd-M5S por una alternativa que sin el centro seguirá siendo una quimera
Los referendos lanzados por la CGIL no tienen nada de sindical, pero son la antesala de un proyecto político que Landini espera coronar con su liderazgo del eje M5S-Pd sobre una plataforma maximalista y populista que difícilmente representará una verdadera alternativa de gobierno. A la derecha