Los gobiernos europeos “deben considerar el impacto de sus políticas fiscales en el crecimiento”. Desde París, la número uno del FMI Christine Lagarde rechaza la cura de Merkel aplicada a Europa de forma generalizada. “La recuperación debe llevarse a cabo con determinación y credibilidad -dice- pero al mismo tiempo su ritmo debe ser razonable, para no deprimir en exceso los activos y apoyar la demanda en el corto plazo”.
En cuanto a la unión bancaria en la eurozona, sigue siendo "una prioridad", "no basta con una bonita declaración, sino que se necesita una prueba clara de la solidaridad europea". Hablando en una conferencia del Tesoro francés Lagarde llama a la eurozona a adoptar políticas económicas "asimétricas" cuando sea necesario, con países con superávit que, a través del aumento de los ingresos reales, deben apoyar el crecimiento de los deficitarios.
Porque, agregó Lagarde, “La situación económica en la zona del euro sigue siendo frágil”, a pesar de las "fuertes" respuestas políticas a nivel nacional y europeo que han ayudado a "calmar los mercados". De ahí la recomendación de política económica: “Los gobiernos deben estar atentos al impacto de las políticas presupuestarias sobre el crecimiento, las medidas deben estar ancladas al medio-largo plazo y el ritmo de las medidas debe ser razonable para no deprimir la actividad de forma excesiva”. .
