En días pasados se aprobó en la Cámara el proyecto de ley de reforma de las contrataciones; parece que el Senado la aprobará sin modificaciones y por lo tanto la ley será sancionada en breve. La disposición prevé la revisión del sistema de contratos públicos; el objetivo es simplificar las reglas y fomentar la transparencia.
El texto del nuevo Código de Contrataciones introduce cambios importantes en el sistema de adjudicación de obras públicas: un punto fundamental es centrarse en la calidad del proyecto, reduciendo las excepciones y variaciones entre las primeras causas del incremento de costos. De gran importancia es también la reducción de las estaciones de contratación a 230.
En resumen, las principales novedades introducidas son las siguientes:
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Ampliación y fortalecimiento del rol de la Autoridad Nacional Anticorrupción (ANAC). La Anac será el eje del nuevo sistema de contratación: se le encomendará una amplia función de supervisión, con facultades de control e intervención cautelar, con posibilidad de bloquear las licitaciones irregulares en curso, así como la posibilidad concreta de imponer sanciones.
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Prohibición de reglas derogatorias en licitaciones: no más atajos regulatorios para licitaciones relacionadas con la realización de grandes eventos, con excepciones permitidas solo en caso de emergencias de protección civil.
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Introducción de la prohibición de premios de descuento máximo. El criterio normal de la cesión será el de la oferta. económica y cualitativamente más ventajoso, basado no solo en el precio, sino también en los aspectos organizativos de la obra y la mejora del proyecto.
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Potenciación y valorización de la fase de diseño fomentando también la calidad arquitectónica y técnico-funcional, limitando radicalmente el uso del contrato integrado y previendo normalmente la licitación del proyecto ejecutivo. Proyectos, por tanto, que ya no pueden retocarse continuamente por el mecanismo de las variaciones durante la construcción.
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Evaluación de empresas también en base a la reputación ganada en el campo y la buena conducta (respeto a los plazos, baja litigiosidad, calificación de legalidad, etc.).
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Provisión de espacios de debate público para fomentar la implicación de las comunidades locales de los territorios implicados en la construcción de grandes proyectos de infraestructura. La idea es concertar las obras cuando están concebidas, para evitar problemas en las fases posteriores.
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Favorecer las licitaciones telemáticas con la publicación de avisos en sitios web. También se fomentará el uso de BIM (Building Information Modelling) para la simulación electrónica de la información de construcción.
El nuevo Código, por tanto, constituye un paso fundamental del Gobierno para garantizar la transparencia, eficacia y revisión del complejo sistema de contratación pública. Por supuesto, las reglas deberán implementarse en los reglamentos y, por lo tanto, se aplicarán por completo dentro de unos meses. Se trata de monitorear e implementar las acciones correctivas, pero nos parece, en este momento, que es un logro significativo para el país.
Estos y otros temas serán abordados con motivo del 1° Workshop anual del Observatorio Los Costos de No Hacer titulado: “Cómo seleccionar prioridades infraestructurales. El caso del Centro-Norte de Italia”, que se celebrará en Milán el XNUMX de diciembre en la Sala de Conferencias del Palacio Turati (visite el sitio web del evento).