El movimiento fundamentalista Jamaa Islamiya, cercano a los partidarios de Morsi, denuncia, en un comunicado, "las masacres cometidas por el régimen militar golpista contra sentadas pacíficas en Rabaa y Nahad". La organización ha advertido de que si no cambia la situación en Egipto "habrá una revolución global en todo el país".
El recuento de víctimas es complejo. El enviado de al-Jazeera en El Cairo contó 300 muertos (800 heridos), solo en el hospital de campaña de la plaza Rabaa al-Adawiyah. Un periodista de la agencia France Presse contó 43 cuerpos solo en la morgue improvisada de la plaza Rabaa al-Adawiya, la mayor de las ocupadas. Según los Hermanos Musulmanes, el partido del expresidente, las víctimas serían más de 600, mientras que la emisora al-Jazeera anuncia 120, citando fuentes médicas del hospital de campaña de Rabaa. Pero el Ministerio de Salud niega todos estos presupuestos. Al principio incluso negó la existencia de víctimas, luego admitió solo 10 muertos y 98 civiles heridos, luego la cifra ascendió a 15 muertos y 203 heridos. Numerosos líderes de los Hermanos Musulmanes fueron detenidos durante y después de los asaltos de las fuerzas de seguridad a las dos tiendas de campaña instaladas en El Cairo.
La Unión Europea define la noticia de los muertos durante el desalojo de la guarnición pro-Morsi como "extremadamente preocupante". Catherine Ashton, portavoz de la UE, subrayó que "la violencia no conducirá a ninguna solución" y apeló a las autoridades egipcias a proceder con "el máximo autocontrol". Incluso la ministra de Exteriores, Emma Bonino, comenta la noticia de los enfrentamientos, dirigiéndose a todas las fuerzas sobre el terreno en Egipto para que hagan "todo lo que esté a su alcance para frenar la violencia que se ha desatado en el país y evitar un baño de sangre".
El gobierno interino de Egipto está pidiendo a los manifestantes "que demuestren sabiduría y antepongan los intereses de la patria a todo lo demás". El Consejo de Ministros egipcio también descarga la responsabilidad de la degeneración de la situación de seguridad en el país sobre los líderes de los Hermanos Musulmanes. Para evitar más manifestaciones en otras ciudades egipcias, el gobierno suspendió el tráfico ferroviario desde y hacia El Cairo. En Alessandria, la multitud salió a las calles bloqueando el centro; También se registraron enfrentamientos en Assiut, a 350 km de El Cairo, mientras que la sede de la gobernación fue rodeada en Asuán.