Christine Lagarde, ministra de Economía francesa, en la pole position para la sucesión de Dominique Strauss-Kahn, al frente del Fondo Monetario Internacional, dijo esta mañana en relación al asunto Tapie que tiene "la conciencia totalmente tranquila".
Este es prácticamente el único obstáculo en la carrera de Lagarde por el puesto de directora gerente del FMI. Se trata de una vieja historia, la venta de Adidas en 1993 por parte del controvertido empresario Bernard Tapie, orquestada por Crédit Lyonnais, un banco que luego estuvo al borde de la bancarrota. En 2007, la ministra Lagarde decidió trasladar la disputa iniciada por Tapie al respecto de la justicia ordinaria al arbitraje privado. En 2008 se alcanzó un acuerdo que supuso una indemnización, neta de varias reclamaciones pendientes de Tapie con la Hacienda Pública, de 240 millones de euros, abonados por los contribuyentes franceses.
Mañana el Tribunal de Justicia de Francia, el órgano que juzga a los ministros, podría decidir abrir una investigación contra Lagarde. Pero esta mañana desde Pekín, donde va a obtener el apoyo de los chinos para su candidatura, dice: «Mi conciencia está totalmente tranquila. Siempre he estado comprometido con el interés del Estado». Sobre el expediente agregó: “No tiene sustancia delictiva, realmente ninguna”.
