El problema con las monedas es que los tipos de cambio solo proporcionan valores relativos. Nunca se sabe si un movimiento depende de la apreciación de una moneda o de la depreciación de la otra. Tome el tipo de cambio Euro / USD. Ahora, hay quienes dicen que la moneda de la eurozona se ha fortalecido. Y luego, están los que dicen que el dólar se ha debilitado. Lo bueno es que ambos tienen razón. Como muestra nuestro "Gráfico de la semana", el dólar ha perdido frente a las monedas de los principales socios comerciales de Estados Unidos desde diciembre de 2016, y el euro se ha fortalecido frente a la cesta de las principales monedas de EE. UU. desde abril de este año. Este dato es importante. Sugieren que, por una vez, los movimientos de divisas no se basan ni en la economía ni en el diferencial de tipos de interés, en otros casos el factor determinante.
Esta vez es una cuestión política. En resumen, son las victorias de Trump en Estados Unidos y de Macron las que han cambiado la percepción de los inversores sobre Europa. Ese hallazgo tiene implicaciones que van más allá del halagador voto francés. En muchos aspectos, el dólar sigue siendo la moneda de referencia mundial. Su fortaleza o debilidad afecta el desempeño de las transacciones comerciales globales, los productos básicos y los mercados de capital.
