Europa apuesta por semiconductores hecho en casa y está listo para lanzar un piso grande de casi 50 millones para reducir la dependencia de los gigantes asiáticos, duplicando el ritmo de producción actual a finales de la década con una contracción de las exportaciones y normas más flexibles sobre las ayudas estatales a las empresas. Son los puntos principales de la factura del microchip lo Ley europea de chips – que la Comisión de la UE presentará mañana, martes 8 de febrero. Tras muchos meses de espera, Bruselas pretende depender cada vez menos de las exportaciones asiáticas -Taiwán, Singapur, Japón, Corea del Sur-, cuadruplicando la actual producción europea, en la misma línea que Estados Unidos.
Hasta la fecha, los microchips se fabrican principalmente en Asia con tecnologías estadounidenses. Europa quiere ponerse al día y conseguir una autonomía tecnológica para protegerse ante eventuales crisis de suministro que pusieran en riesgo la economía, empezando por el sector de la automoción, así como la seguridad nacional de cada país. Como la crisis actual que lleva más de un año y no parece acabar en el corto plazo.
El objetivo es superar la crisis de los semiconductores reforzando la posición de Europa a lo largo de toda la cadena de valor y esto significa no solo reducir la dependencia de Asia sino también disponer de herramientas que garanticen la seguridad de suministro.
Chips Act: el plan europeo para destronar a Asia
“La demanda de semiconductores en el mundo está explotando, los microchips están hoy en todas partes, no hay economía digital sin microchips y las necesidades de la UE se duplicarán en diez años”, dijo Von der Leyen, presidenta del ejecutivo europeo. “Es por eso que necesitamos subir la apuesta en lo que respecta a la fabricación, no hay tiempo que perder; para 2030, el 20% de la producción mundial de microchips tendrá que tener lugar dentro de las fronteras europeas”.
En particular, en el maxiplan están previstas 12 mil millones de euros de fondos públicos – 6 del presupuesto comunitario y 6 de los gobiernos nacionales – para investigación y desarrollo de semiconductores. A estos se agregarán más de 30 mil millones de euros de inversiones públicas ya previsto por los gobiernos, apoyado por el Fondo de Recuperación, el programa Horizonte Europa y los presupuestos estatales, mientras que todavía se está estudiando un fondo de 5 mil millones de euros dedicado a las nuevas empresas.
También habrá un cierre controles de exportación, como ya se hizo para las vacunas anti-Covid. El proyecto de ley irá acompañado de una recomendación para introducir "ciertas salvaguardias" en caso de crisis importantes en las cadenas de suministro globales, como la que estamos experimentando. En estos casos, la UE podrá bloquear la exportación de los componentes necesarios para su producción en determinadas circunstancias, manteniendo "un enfoque cooperativo" con los principales competidores (Taiwán, Singapur, Japón, Corea del Sur y EE. UU.).
También nuevo en las reglas sobre ayuda estatal ser más flexibles, en apoyo a las empresas europeas y la creación de mega plantas para la producción de semiconductores de última generación, las Mega Fabs.
Sin embargo, aún en el borrador del documento, leemos que "la UE debería estar preparada para un posible fracaso de este enfoque, para un cambio repentino en la situación política o para crisis imprevistas, que podrían amenazar la seguridad europea".
Dudas sobre la Ley de Fichas
Las ambiciones del Viejo Continente son muy grandes sobre todo en los tiempos previstos. Además, la inversión pública de 30 millones se basa en una estimación de las ayudas estatales que podrían emitir los países miembros. Estos fondos se destinarán a proyectos de investigación e innovación, pero también se utilizarán para animar a los gigantes extranjeros del sector a abrir plantas en Europa.
También hay preocupaciones sobre los fondos. Las normas actuales restringen las ayudas estatales a las etapas de investigación o producción experimental. Mientras que los cambios pretenden atraer a grandes empresas extranjeras a territorio europeo. En este sentido, el ministro de Desarrollo Económico, Giancarlo Giorgetti, había subrayado la necesidad de una "reflexión sobre la compatibilidad entre soberanía tecnológica y ayudas de Estado".
Estados Unidos también se está moviendo para resolver la crisis de los chips
En los Estados Unidos, la Cámara aprobó recientemente un proyecto de ley para aumentar la producción estadounidense de microchips, fuertemente respaldado por el presidente Biden. El billete de fichas debe contener aprox. 52 millones en ayudas y subvenciones para ayudar a la industria e 45 millones para fortalecer las cadenas de suministro de productos de alta tecnología. Sin embargo, el proyecto de ley tendrá que ser aprobado por el Senado. La administración Biden pretende recuperar el liderazgo en el sector, como en la década de 90 cuando la participación global era del 37%. Hoy está al 12%.