Viena desnuda a Melbourne: según el Índice de habitabilidad global recopilado por el diario financiero británico The Economist, la capital austriaca es la ciudad más habitable del mundo, es decir, la que tiene mayor calidad de vida según los parámetros de estabilidad política y social, seguridad, salud, cultura, medio ambiente, educación e infraestructura. La ciudad australiana, que había dominado este ranking especial, que tiene en cuenta los datos de 140 ciudades de todo el planeta, ha sido destronada durante siete años consecutivos: por primera vez, el galardón es para una ciudad europea, además con una casi excelente puntuación (99,1 puntos sobre 100).
El tercer lugar es Osaka de Japón, que saltó seis posiciones este año, mientras que el séptimo es Tokio. En el top ten no hay ninguna ciudad italiana y solo otra ciudad europea, Copenhague, ocupa el noveno lugar. Hay otras dos ciudades australianas, Sydney quinta y Adelaide décima, y tres ciudades canadienses: Calgary, cuarta, Vancouver, sexta, Toronto, octava. Entre las diez peores ciudades para vivir, según The Economist Intelligence Unit, destaca Damasco, la capital siria, devastada por siete años de guerra civil, seguida de Dacca, la capital de Bangladesh, y Lagos, la capital de Nigeria. En cuarto lugar se encuentra una ciudad pakistaní, la megalópolis Karachi. Trípoli, en Libia, es el séptimo.
En cuanto a los italianos, se tuvo en cuenta Milán y Roma: el duelo lo ganó la capital lombarda, que terminó en el puesto 46 (por delante de Londres, 48), mientras que la capital italiana quedó en el puesto 55, en cualquier caso dos posiciones por delante de Nueva York, sólo 57. Entre los otros "grandes" europeos, cabe destacar el puesto 19 de París, el 21 de Berlín y el 30 de Barcelona, que lo hace mejor que el 39 de Madrid. Frente a los italianos también están ciudades como Reikiavik, la capital de Islandia, Pittsburgh, Dusseldorf y Honolulu, en Hawái. La peor capital europea es Bucarest, 82.