China es ahora un importante mercado de salida para productos occidentales de alta gama., desde automóviles alemanes hasta perfumes franceses y moda italiana. Casi parece como si los productores del planeta se hubieran repartido las responsabilidades: en China, la 'fábrica del mundo' se ocupa de productos de gama media y baja, mientras que los sofisticados productores occidentales acaparan la gama alta.
Naturalmente, los márgenes son más altos en el rango alto. Entonces los chinos, que no son tontos, se preguntaron si sería mejor hacerse una presencia también en ese segmento. Según Price & Waterhouse, el mercado del lujo en China vale unos 15 millones de dólares, y ha crecido un 25% en el último año. Basta con que Zhou Ting, director del centro de investigación de bienes y servicios de lujo de la Universidad de Economía y Negocios Internacionales, diga que es hora de que las empresas chinas creen marcas de alta gama. El problema es que 'lujo' no es una palabra agradable en China: la cultura china celebra la frugalidad. Y el informe de Zhou Ting da un ejemplo: el licor Moutai se encuentra entre las 10 principales marcas nacionales de productos de lujo: recientemente se vendió una botella en una subasta por 60.000 dólares. Pero el fabricante no quiere etiquetarlo como un producto de lujo.
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