Los indicadores de desaceleración de la economía china se multiplican: la dinámica de los precios (que alcanzó el 6.4% para el índice de costo de vida de junio) resta poder adquisitivo a los consumidores, el ritmo de las importaciones se desacelera, las tasas de interés suben y el la tasa de reserva obligatoria para los bancos se ha elevado seis veces, lo que limita su capacidad para prestar dinero. Ahora resulta que incluso una medida fiscal expansiva, como elevar el umbral de exención del impuesto sobre la renta, tiene consecuencias restrictivas en el mercado de la vivienda. Sin embargo, decenas de millones de trabajadores, que ya no pagarán impuestos, se verán impedidos de comprar una casa en un municipio en el que no residan, dado que para comprar es imprescindible demostrar que se paga el IRPF. Esta desaceleración actual (del 10% al 7% de crecimiento quizás) es fisiológica: la economía corría el riesgo de sobrecalentarse. Y, aunque el ritmo de las importaciones es el más bajo desde principios de año, el ritmo (+19.1% en junio) sigue siendo respetable...
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China Daily
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