Los supermercados están llenos de productos chinos y China también exporta capital que se invierte tanto en países emergentes como desarrollados. No es de extrañar entonces, que el Celeste Imperio también se preocupe por exportar su propia imagen, lengua y cultura. Los 'Institutos Confucio' son responsables de esto, que son para China un poco lo que son los Institutos Culturales Italianos para Italia o, para Francia, la Alianza Francesa. De estos 'Institutos Confucio' hay 358 en el mundo y 129 en 34 países europeos.
Una conferencia de tres días de los 'Institutos Confucio' europeos concluye hoy en Edimburgo, donde se discutieron muchos objetivos pero también muchos problemas. Algunos académicos han criticado los 'Institutos Confucio' como herramientas de propaganda. En Estados Unidos, la administración Obama introdujo una regla en mayo, luego retractada, que habría impedido la renovación de visas para profesores de institutos chinos.
Liu Xiaoming, embajador chino en el Reino Unido, parece haber aceptado indirectamente estas críticas cuando afirmó que los 'Institutos Confucio' deben centrarse más en la calidad que en el número de Institutos.
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