Una velada amarga. Porque si es cierto, como dice García, que la Roma es ahora dueña indiscutible de su propio destino, también es cierto que podría haber cerrado la discusión de clasificación ya ayer por la noche y en su lugar tendrá que jugarla en la última jornada, además con dos oponentes. De hecho, en el Grupo E, además del Bayern ya clasificado, hay tres equipos con 5 puntos, lo que, en pocas palabras, significa que todos ellos aún pueden clasificarse. La buena noticia es que, si los giallorossi ganaran al Manchester City, pasarían sin tener que esperar el resultado de los alemanes ante el CSKA, la mala es que, sin embargo, un empate podría no ser suficiente. En caso de derrota nada que decir: la Roma en casa, quizás incluso fuera de la Europa League. Todo esto no hubiera pasado si los giallorossi no hubieran tirado por la borda un partido que ya habían ganado a 30 segundos (¡!) del final, encajando un gol casi cómico de Berezutski, que además marcó un centro y no un remate a puerta.
“Nuestro objetivo se ha logrado, lo jugaremos en casa – trató de disimular el entrenador de los giallorossi. – Sin embargo, es obvio que estoy decepcionado con el sorteo, pero solo con la forma en que llegó. Tuvimos que cerrar el partido antes, cuando tuvimos la oportunidad de hacerlo". Este es, de hecho, el verdadero arrepentimiento de Roma. No es que hiciera un partido espectacular, al contrario, pero consiguió adelantarse primero (espléndido lanzamiento de falta de Totti en el 43') y luego, en la segunda parte, estuvo cerca por dos veces del posible 0-2, lo que, con toda probabilidad, habría borrado cualquier ambición rusa. En cambio, Nainggolan y Ljajic (más el primero que el segundo) lo devoraron literalmente, dejando así el partido abierto hasta el final. Y a escasos segundos del 93 llegó el empate-broma, ese que, clasificación en mano, deja todo abierto hasta la última jornada. Lamentablemente, sin embargo, tendremos que esperar dos semanas, en vista de una noche que dará muchos escalofríos.
Como el de Malmoe, donde la Juventus no tendrá por qué equivocarse si no quiere complicarse la vida. No hay duda: los blanquinegros tienen que ganar, solo así podrán llegar al último partido (en Turín ante el Atlético de Madrid) con todo bajo control. “Todavía tienen la oportunidad de clasificarse, los respetamos pero queremos ganar, pensó Massimiliano Allegri. – Los dos necesitamos los tres puntos, por eso digo que no somos favoritos. Necesitaremos más cabeza que corazón, habrá que pensar con la cabeza fría desde el primer minuto y meterse bien en el partido. Aquí es donde se decide todo”. De hecho es así. Cálculos en mano, la Juve podría clasificar incluso con un solo punto en dos partidos, pero esto solo si el Olympiacos marca cero. Mejor evitar depender tanto del destino y tratar de manejar las cosas de otra manera.
Un éxito esta noche sería una excelente base, esperando que los griegos no sumen puntos en Madrid. Con dos victorias no haría falta ni la calculadora: la Juve en octavos, punto. Las razones para disipar el tabú europeo fuera de casa (5 derrotas y 1 empate en los últimos 6 partidos, el éxito perdido en el partido contra el Celtic en febrero de 2013) están todas ahí, tal vez esperando el despertar de Tevez, quien, lejos de " en casa", solo marcó un gol (Lyon - Manchester United 2008). “Este es el momento adecuado, marcará como en la ida”, le reprochó Allegri, quien no por casualidad lo llevó a la rueda de prensa. "Tengo muchas esperanzas de marcar", admitió el Apache con una sonrisa, que los aficionados de la Juventus esperan que se convierta en un rugido. Capítulo de formación. El entrenador de Livorno solo tiene una duda: ¿Padoin o Evra para la banda izquierda? El primero parece ser el favorito, pero el segundo tiene un dominio efectivo del rol de su lado. Todo lo demás estaba hecho: 4-3-1-2 con Buffon en la portería, Lichtsteiner, Bonucci y Chiellini en defensa, Marchisio, Pirlo y Pogba en el centro del campo, Vidal en el trocar, Tevez y Llorente en ataque.