Alarma en blanco y negro. La palabra crisis se cierne sobre Juventus e Inter como un espectro maligno, para ser ahuyentado inmediatamente para no ser engullido por completo. Hasta ahora, el periplo de los dos grandes nombres, acreditados por muchos como favoritos al Scudetto en verano, ha sido muy decepcionante, tanto en Liga como en Champions: la consecuencia lógica es que los dos entrenadores acabaran en la muelle, en un proceso que los ve ya condenados por gran parte de la crítica y la afición. Allegri e Inzaghi, por lo pronto, se ganan la confianza de sus respectivos clubes, aunque sea más por cuestiones económico-contractuales que técnicas: prueba de ello es que ambos tienen el plazo mundialista para levantarse y volver a ganar, de lo contrario se encontrarán para un caminar.
Crisis de la Juve: el balance negativo récord (-254 millones) salva a Allegri, al menos de momento...
La crisis más profunda se refiere a la Juventus, aunque sólo sea porque todavía un cero puntos en la liga de campeones, así como más atrás en la clasificación de la Serie A. Los números no mienten y nos hablan de una Dama capaz de ganar solo dos partidos en la temporada (de nueve), pero sin brillar, ante cuatro empates y tres derrotas Lo último con Benfica e Monza han certificado el estado de alerta, a la luz de dos desconcertantes actuaciones, al margen de la fuerza del adversario.
En Brianteo, contra los últimos de la clasificación, esperábamos una actuación vigorosa al menos desde el punto de vista del carácter; en cambio, los bianconeri prácticamente nunca han logrado ser peligrosos, terminando consiguiendo un nocaut realmente sensacional, además de humillante. el hashtag #Alegriout sin embargo, ya llevaba varias semanas despoblado y era la afición de la Juventus la que lo alimentaba, evidentemente harta de su gestión.
Max, profeta de la “logro” por excelencia, está perdiendo su punto fuerte, es decir, las victorias y eso hace que le queden muy pocos argumentos en defensa. De hecho, el juego nunca fue su primer pensamiento, así como la creación de un proyecto a largo plazo y la potenciación de los jóvenes. Argumentos que Nedved ya había puesto en el plato en 2019, convenciendo a Agnelli de cambiar pese a 5 Scudetti, 4 Copas de Italia y 2 Supercopas de Italia, además de dos finales de Champions (perdidas).
En 2021 sin embargo, gracias a los fracasos de los proyectos de Sarri y Pirlo (que sin embargo ganaron el Scudetto, la Coppa Italia y la Supercopa), el presidente impuso el regreso de su protegido y nadie se atrevió a oponerse: ahora, sin embargo, los "halcones se están haciendo oír de nuevo y la sensación es que El mejor aliado de Allegri es su contrato faraónico desde 7 millones al año (más bonificaciones) hasta 2025, como admite con franqueza el propio Arrivabene.
Sin embargo, las cosas podrían cambiar si el equipo no da marcha atrás cuanto antes: prematuro eliminacion de la liga de campeones y, sobre todo, el no calificar para el siguiente sería mucho más caro que su exención, todo en un momento histórico difícil, como se desprende del presupuesto aprobado el viernes que vio un pasivo de no menos de 254 millones: una figura que lleva no a dar cabezazos, sino también a intervenir si las cosas no se arreglan por sí solas.
Crisis del Inter: Inzaghi tiene hasta el mundial, mientras la curva le disputa a Zhang
Atenas llora, pero ni siquiera en Esparta nos reímos. L'Inter vive un momento igualmente complicado, suavizado solo por los 2 puntos más en la clasificación y por un grupo de Champions reabierto gracias al éxito del Plzen. Tras el descanso, sin embargo, habrá un doble enfrentamiento con el Barcelona y la afición nerazzurra, aún sacudida por el póker de las derrotas con Lazio, Milan, Bayern y Udinese, ya tirita.
Inzaghi es el primer acusado, pero a diferencia de Allegri puede contar con una parte de los partidarios, que han identificado a la propiedad china como la verdadera culpable de la crisis. "Zhang get out", así como en varios muros de Milán, es la inscripción que destaca en las páginas sociales de la Curva Nord y el malestar, tamizado por la web, se extiende también a los llamados "hinchas normales". En resumen: los ultras están en contra de Zhang, los demás se reparten la culpa entre él e Inzaghi.
En definitiva, no es un plebiscito como en la Juve, pero está claro que el técnico no puede dormir tranquilo, pese a un contrato que acaba de renovar por 5,5 millones hasta 2024. Aquí también, como en el caso de Allegri, esto parece ser el verdadero motivo de confianza, con la diferencia de que una exención, por muy costosa que sea, sería aún más barata.
extraña parábola la de Inzaghi, que empezó muy fuerte hace un año, tanto que muchos dicen que su Inter era incluso mejor que el de Conte. Pero luego, después de una primera ronda brillante, las primeras dificultades culminaron con la pérdida del Scudetto ante el Milán: un gran revés, mitigado mínimamente por las victorias en la Copa de Italia y la Supercopa.
Pero es en esta temporada cuando la historia da un giro brusco, gracias a un comienzo muy lento en el que cuatro derrotas, así como una serie de errores que han dejado atónitos a críticos y fans. En primer lugar, la gestión de los intercambios con una obsesión casi grotesca por las tarjetas amarillas, pasando por el ostracismo hacia Gosens (deseado por él) a la pregunta Correa, reclamado por la módica suma de 31 millones y que se ha convertido en un fiasco difícil de justificar, hasta el insólito (y potencialmente dañino) dualismo entre los porteros Handanovic y Onana.
El expediente también es muy claro Marotta quien sin embargo, como buen director gerente, ante todo defiende las cuentas y espera una chispa que pueda volcar los escenarios. Aquí también, sin embargo, al igual que en la casa Agnelli, tendrá que llegar pronto: la condena del Inter y la Juventus, además, es la de estar siempre arriba.