Las reglas primero. A partir del cual, ça va sans dire, no se puede ir más allá. “A partir de ahora, salvo que un jugador salga en camilla o se lesione, está obligado a permanecer en el banquillo hasta el final del partido tras ser sustituido. De lo contrario, multa pesada y un mes fuera de rosa. Fácil, ¿no?" El legislador es Antonio Conte y cualquier referencia a Pirlo no es pura coincidencia. Su actitud del domingo (tras ser sustituido se fue directamente al vestuario) no gustó nada al técnico, que reafirmó su absoluto poder de decisión, si todavía hacía falta. En fin, Pirlo fue advertido y medio salvado, porque todos son útiles, nadie es indispensable.
Esto también lo reiteró en la víspera del partido contra el Chievo: “Las rotaciones seguirán de manera decisiva, también en Verona. Estamos en medio de siete partidos cerrados, es inevitable cambiar”. El dictado concierne a todos y no prevé excepciones, ni siquiera para Carlos Tevez, hasta ahora intocable. “Lo está haciendo muy bien, pero ganamos dos campeonatos sin él, uno como invictos y otro como protagonistas – explicó el entrenador. – Si tiene que descansar descansará como los demás, hay jugadores en el banquillo que ya me han hecho ganar”. Así que todo apunta a que, esta noche, el Apache partirá desde el banquillo. En su lugar, junto al relanzado Llorente, uno entre Quagliarella y Giovinco, con el primero favorito pese a que Conte tuvo palabras de miel para el segundo.
"Lo hizo muy bien cuando entró contra Copenhague y Verona, él también tendrá su oportunidad, ya sea en Verona o en los próximos partidos", reveló. – Es muy fuerte, combina calidad con velocidad, me gusta mucho, aunque no juegue mucho y aunque muchos lo critiquen”. La rotación no se limitará solo al ataque, sino que involucrará a todos los departamentos. En el centro del campo Marchisio y Peluso deberán jugar en lugar de Vidal y Asamoah, mientras que en defensa, además del regreso de Buffon, se volverá a ver a Ogbonna, esta vez en lugar de Bonucci. Conte se dirigió a la defensa, no satisfecho con las últimas actuaciones: “Recibimos 4 goles en 3 partidos y nos fuimos 3 veces por debajo, espero que no se convierta en un hábito. Marcamos los últimos 2 goles a balón parado, tenemos que entender que no tenemos que esperar a recibir un golpe para reaccionar. Tenemos que hacer de la defensa nuestra mejor arma, como siempre en el pasado".
Esta es la receta del trío del Scudetto, aún más difícil por la competitividad de los oponentes. “Hace un tiempo dije que se habían fortalecido mucho, pero no esperaba tener confirmaciones tan pronto – sonrió el entrenador. – Ha habido respuestas contundentes de Inter, Nápoles, Roma y Fiorentina, lo que demuestra que no hablo para adelantar las manos sino que hago observaciones técnicas. Además, quienes juegan contra nosotros pretenden asfixiarnos y jugar el partido de su vida. Por eso será muy, muy, muy difícil reconfirmarnos en Italia". La carrera se reinicia desde Verona y desde un Chievo refrescado por el triunfo ante el Udinese. Pero la Juve ciertamente no puede dejarse intimidar; de lo contrario, ¿quién escucha a Conte entonces?
