Tras los trágicos acontecimientos de Bruselas, Europa se está preparando para reaccionar. Mientras la policía y la inteligencia belgas trabajan para capturar a Najim Laachraoui, el prófugo, considerado el autor intelectual de los atentados de ayer y de los de París el 13 de noviembre, los líderes políticos continentales analizan lo ocurrido tratando de descifrar qué hacer.
“Estos hechos nos preocupan, pero no nos asustan. Sigamos trabajando juntos para hacer frente a la amenaza terrorista y proporcionar soluciones europeas a los problemas que nos afectan a todos". Así lo comentó el presidente de la Comisión Europea, Jean – Claude Juncker, que intervino para transmitir su cercanía a Bélgica y dar una respuesta en nombre de las instituciones comunitarias a los hechos ocurridos en el aeropuerto de Zavantem y el metro de Maelbeek.
Golpear Bruselas significa golpear todo el continente. Por eso, según el número uno de la Comisión, una Europa unida está llamada a reaccionar. Para ello, sin embargo, no bastan las promesas de cooperación entre Estados y entre los distintos servicios: "Necesitamos una unión de seguridad", dijo Juncker. La Europa de los 28 debe acelerar los trámites que finalmente nos permitan lograr esa Unión integral que perseguimos desde hace años: la política, la economía e incluso la seguridad. Solo así se puede frustrar la amenaza terrorista de Daesh.
“Europa en su conjunto se ve afectada. La Unión Europea y las instituciones deben permanecer unidas y permanecerán unidas frente al terror”, concluyó el presidente.
