La gloria es la misma para todos, pero no los premios. Ganar una carrera, pararse en el escalón más alto del podio y escuchar su himno nacional mientras la multitud lo aclama no tiene precio. Para todo lo demás está Coni, porque la gloria no se come.
Mientras los Juegos Olímpicos transcurren sin sobresaltos particulares, alguien se detiene y, en consonancia con la crisis, las revisiones de gastos, etc., se pone a contar en el bolsillo los distintos comités nacionales, a ver ¿cuanto vale una medalla olimpica?.
Y resulta que Italia, al igual que en Beijing hace cuatro años, premia a sus atletas olímpicos con 140 euros por el oro, 75 por la plata y 50 por el bronce. A día de hoy, haciendo un cálculo rápido, 680 euros ya habrían ido a parar a nuestros medallistas.
Una buena cantidad, incluso si las autoridades fiscales, como siempre, quieren su parte. Para ser claros, Austria y Alemania valoran un oro en 16 mil euros e Estados Unidos 19 mil. Incluso la locomotora china, también en previsión de un crecimiento en el número de medallas, mantiene bajos los costos, de 100 euros para los Juegos Olímpicos de casa a los 41 actuales.
España, al igual que Italia, confirma las primas de hace 4 años, 94 mil euros, aunque lo que ha cambiado mientras tanto es la fiscalidad, que casi se ha duplicado, mientras nuestros primos al otro lado de los Alpes pagan 50 mil euros por un pieza de oro En esta imagen, la colímpico inglés omitido que no pagará ningún premio en metálico a sus campeones, actualmente prófugos, pero solo un sincero agradecimiento y tal vez una sonrisa de la reina.
Sin embargo, podemos consolarnos mirando las primas de ciertos países asiáticos. El oro, en estas Olimpiadas especiales, va a Armenia, con 700 mil euros, seguido de Azerbaiyán (640 mil) y Singapur (575 mil euros). También hay que decir que, echando un vistazo rápido al medallero, es posible que estos países no tengan que gastar mucho al final de los Juegos.