Japón se prepara para lanzar un nuevo satélite, que se utilizará para detectar los daños causados por los desastres naturales y los cambios que afectan a las selvas tropicales. El satélite se llama Advanced Land Observing Satellite-2 (ALOS-2) y se pondrá en órbita el sábado poco después del mediodía, según los planes de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA).
El satélite -que ya tiene un apodo, "Daichi-2"- podrá monitorear las "cicatrices" dejadas en la superficie del planeta por los desastres naturales, así como los avances en la reconstrucción. El servicio realizado es particularmente importante para un país como Japón, que se encuentra en el "anillo de fuego" del Pacífico y experimenta el 20% de los terremotos más fuertes que siente el ser humano cada año. Todavía está fresco el recuerdo del terrible terremoto, de magnitud 9, que en marzo de 2011 produjo el gigantesco tsunami que dio origen al desastre nuclear de Fukushima.
El archipiélago japonés, formado por islas volcánicas, es golpeado continuamente por terremotos y tifones, y los científicos esperan que el Monte Fuji entre en erupción en cualquier momento. Japón ya tiene varios satélites en órbita, incluidos algunos con la tarea de "espiar" a estados que, como Corea del Norte, representan un riesgo potencial para la seguridad del país. "El nuevo satélite", explica Shinichi Suzuki, jefe de la división de proyectos de JAXA, "realizará un chequeo de las zonas emergidas del globo, recogiendo datos relativos a la deformación de la corteza terrestre, pero también información sobre el impacto de inundaciones y derrumbes".
El dispositivo utiliza un radar especial, que puede observar la superficie terrestre incluso de noche, en condiciones climáticas adversas ya través de una densa vegetación. JAXA también tiene la intención de usar Daichi-2 para estudiar regularmente las selvas tropicales, a menudo difíciles de observar debido a la espesa capa de nubes que las cubre.