El reciente informe de Credit Suisse sobre la riqueza mundial depara algunas sorpresas y consuelos para las fatigadas entrañas de las familias italianas agotadas por la crisis. Éramos ricos y no lo sabíamos. El informe, que estima la riqueza global y por países a mediados de 2014, concluye que la riqueza ha seguido aumentando incluso en estos años difíciles, y en el mundo ha alcanzado los 263 billones de dólares, un aumento del 8,3% respecto a mediados de -2013.
Las cifras también son halagadoras para Italia, dado que la capitalización de los activos financieros aumentó casi un 50% gracias a la bolsa (tanto precios como nuevas entradas) y gracias al valor de mercado de los títulos de deuda, especialmente los públicos (con tipos bajos, el valor del "principal" para valores de mediano y largo plazo ha aumentado significativamente).
En cuanto a los niveles, a diferencia de las variaciones, la riqueza media por adulto de los italianos no se encuentra entre las diez primeras del mundo: Suiza toma la delantera, seguida de Australia, Noruega y Estados Unidos. Sin embargo, cuando pasamos a la mediana de la riqueza (que tiene en cuenta la distribución) EE. UU., un país con fuertes desigualdades, desaparece de la lista. En primer lugar está Australia, segundo Bélgica y tercero Italia, con 142 dólares de riqueza por adulto.
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