En enero, la confianza de los consumidores italianos cae, pero la de las empresas sube. Según datos difundidos esta mañana por Istat, este mes el índice que mide la confianza del consumidor cayó a 108,8, desde 110,9 en diciembre.
En detalle, la dinámica de los distintos componentes es decididamente heterogénea: el clima económico y el clima futuro muestran señales negativas, pasando respectivamente de 133,3 a 124,8 y de 116,0 a 111,6. Por el contrario, el clima personal y el clima actual suben por cuarto mes consecutivo, pasando de 102,7 a 103,8 y de 106,2 a 107,6.
Tras la mejora registrada el mes pasado, las valoraciones y expectativas de los consumidores sobre la situación económica del país vuelven a empeorar (el balance pasa de -41 a -52 en valoraciones y de -17 a -28 en expectativas).
Analizando las opiniones sobre la evolución de los precios al consumidor, expresadas en un período de 12 meses (juicios sobre los últimos 12 meses y expectativas para los próximos 12 meses), hay un aumento respecto al mes pasado en la proporción de quienes creen que los precios aumentan (el saldo pasa de -36 a -28 y de -34 a -10 respectivamente). Finalmente, aumentaron las expectativas sobre el desempleo (el saldo relativo de 20 a 33).
En cuanto a las empresas, en enero el índice climático de confianza compuesto pasó de 100,2 a 102,5, volviendo al nivel de octubre pasado. En cuanto a los componentes individuales, en el sector manufacturero mejoran tanto las valoraciones sobre la cartera de pedidos (el balance pasa de -12 a -10) como las expectativas sobre la producción (de 12 a 13).
En el sector de la construcción, por el contrario, las valoraciones sobre los pedidos empeoran (de -28 a -31) mientras que las expectativas de empleo se caracterizan por una marcada mejora (de -13 a -6).
Volviendo la mirada a los servicios, los juicios y expectativas sobre el nivel de cartera de pedidos mejoran claramente (de 0 a 10 y de 0 a 2) mientras que las expectativas sobre la evolución económica muestran signos de deterioro (de 6 a 3).
Finalmente, en el comercio minorista empeoran tanto las valoraciones sobre las ventas actuales como las expectativas sobre las ventas futuras (saldos que pasan de 13 a 8 y de 25 a 24). Las calificaciones sobre los inventarios aumentan de 8 a 15.