En 2016, Istat prevé un aumento del PIB del 1,1% en términos reales, tasa de crecimiento superior a la registrada en 2015 (+0,8%). En las "Perspectivas de la economía italiana para 2016", Istat estima que la demanda interna neta de inventarios contribuiría positivamente al crecimiento del PIB en 1,3 puntos porcentuales, mientras que la demanda externa neta y la variación de inventarios proporcionarían un valor negativo equivalente a una décima de punto porcentual cada uno. Sin embargo, Istat advierte que “una desaceleración más decisiva en el comercio internacional y el posible resurgimiento de las tensiones en los mercados financieros constituyen riesgos a la baja para el marco de pronóstico actual. Por el contrario, una recuperación más acentuada del proceso de acumulación de capital, ligada al desarrollo de políticas nacionales y europeas, constituiría un nuevo estímulo al crecimiento económico”.
Se estima que el gasto de los hogares en términos reales aumentó un 1,4%, impulsado por el aumento de la renta disponible y la mejora de las condiciones del mercado laboral. Además, Istat espera una recuperación de las inversiones (+2,7%) que se beneficiará del fortalecimiento de las expectativas sobre el crecimiento económico y la mejora de las condiciones del mercado crediticio. La consolidación de los avances en el ámbito del empleo (+0,8% en unidades de trabajo) se espera que vaya acompañada de una reducción de la tasa de paro, que se estima en un 11,3%. La consolidación de los avances en el ámbito del empleo (+0,8% en unidades de trabajo) se espera que vaya acompañada de una reducción de la tasa de paro, que se estima en un 11,3%.
