En mayo, el índice de confianza del consumidor cayó hasta los 85,9 puntos, desde los 86,3 del mes anterior. Así lo comunicó Istat, precisando que el componente referente a la situación económica disminuyó (el índice relativo pasó de 73,3 a 70,5), mientras que el relativo al clima personal aumentó (de 90,5 a 92,0). El clima actual es estacionario en 90,1 mientras que el clima futuro decrece (de 80,8 a 80,6).
Las valoraciones y expectativas sobre la situación económica del país se deterioran considerablemente: los respectivos balances pasan de -138 a -145 y de -50 a -60. En cuanto a las expectativas sobre el desempleo, por el contrario, se registró una disminución (de 109 a 105).
Mejoran las valoraciones sobre la situación económica del hogar (de -72 a -65 valoraciones y de -29 a -23 expectativas). El saldo de cuotas sobre el presupuesto familiar aumentó (de -28 a -23). Las oportunidades de ahorro actuales empeoran (de 121 a 116), mientras que las opiniones sobre oportunidades de ahorro futuras se recuperan (de -90 a -85). Empeoran valoraciones sobre la oportunidad de adquirir bienes duraderos (de -102 a -106).
El balance de valoraciones sobre la evolución reciente de los precios de consumo va en aumento (del 37 al 50). Las valoraciones sobre la evolución de los precios en los próximos doce meses apuntan a expectativas de ligeras subidas de precios (de -3 a 3).
A nivel territorial, el índice de clima de confianza aumenta en el Noroeste y disminuye en el resto del país.
