La confianza de los consumidores italianos sigue cayendo. En septiembre, el índice calculado por Istat cayó a 98,5 puntos desde los 100,3 de agosto. “La desaceleración, generalizada en todos los componentes -se lee en una nota del instituto de estadística- es más marcada para el clima económico, cuyo índice disminuyó de 70,0 a 67,8. La confianza en la situación personal baja de 116,2 a 114,4”. En cuanto a las distintas áreas geográficas, la situación empeoró en casi todas partes, especialmente en el Sur. Solo se registró una ligera recuperación en el noreste.
Empeora la evaluación de la situación económica del país, del presupuesto familiar y de la oportunidad actual de ahorro. Pero las expectativas sobre la evolución del mercado laboral también se están deteriorando. Por otro lado, mejoran las expectativas sobre el mercado de bienes duraderos y sobre las intenciones de ahorro futuro. Los saldos de las valoraciones sobre la evolución reciente de los precios de consumo y los de las previsiones sobre su dinámica futura muestran un incremento respecto al mes anterior.
