Mientras seguimos hablando de crecimiento, el consumo se estanca. Según los últimos datos de Istat, en 2010 el gasto de los hogares italianos se mantuvo prácticamente sin cambios. Se gastó una media de 2.453 euros al mes (según valores actuales), sólo un 0,5% más que el año anterior. En términos reales, considerando la dinámica de la inflación (+1,5%), el error de muestreo (0,6%) y la variación del valor de la renta figurativa (+0,2%), el incremento es esencialmente nulo.
Para la mitad de las familias italianas fue aún peor: el año pasado el gasto medio mensual se mantuvo por debajo de los 2.040 euros. En cualquier caso, las fluctuaciones regionales son muy fuertes, siendo Lombardía la que registra la cifra más alta (2.896 euros), mientras que Sicilia (1.668 euros) se mantiene al final del ranking. Las diferencias sociales también son más que significativas: si las familias de los trabajadores manuales no han gastado de media más de 2.372 euros, las de los empresarios y autónomos han llegado a los 3.674 euros.
