A medida que el país envejece, no se ve bien para los jóvenes. La crisis ha llevado las tasas de empleo a las del 2000: en dos años se quemaron los puestos de trabajo producidos en una década (unas buenas 532 unidades). De ellos, el 90% correspondía a menores de 30. Un desplome que se registra sobre todo entre los jóvenes menos formados. La brecha de género, por otro lado, se reduce a medida que aumenta la educación y tiende a desaparecer después de la graduación. Este es el balance poco alentador elaborado hoy por el presidente de Istat, Enrico Giovannini, hablando en la tradicional conferencia organizada por los Jóvenes Empresarios de Confindustria en Santa Margherita Ligure.
Giovannini se centró en los "purgatorios" en los que permanece suspendida la juventud italiana de hoy. El primero de la lista es el de los llamados “trabajos atípicos” (trabajos temporales y colaboraciones). Considerando que en el futuro el número de niños tenderá a disminuir, mientras que el de ancianos crecerá, uno se pregunta cómo lograremos sostener el desequilibrio si sólo unos pocos pueden contar con un trabajo permanente. Pero hay al menos una contrafuerza a tener en cuenta. El envejecimiento de la población italiana se verá parcialmente compensado por los inmigrantes, cuya proporción aumentará en los próximos 40 años del 7 al 17 %.
El segundo flagelo es el de los jóvenes "infratrabajados", es decir, aquellos que tienen una calificación educativa superior a la requerida para el trabajo que desempeñan. El fenómeno "implica una fuerte pérdida de ingresos - explica Giovannini - y va en aumento: hemos pasado del 15,4% en 2004 al 21,1% en 2010".
Finalmente, la pesadilla de los jóvenes "Neet", siglas en inglés que significan "los que no trabajan y no estudian". Según el presidente de Istat, “en Italia hay 2,1 millones de jugadores jóvenes en el banquillo que pierden parte de la formación que han adquirido cada día. Pero no se trata de bebés grandes: la mayoría están listos para trabajar”.
En cuanto a los jóvenes emprendedores, "se están convirtiendo en un bien escaso", subraya Giovannini. Las empresas unipersonales con propietarios menores de 40 años en 2009 representaron menos de un tercio del total. Además, entre nuestros empresarios en ciernes, los extranjeros representan el 10-12 %, mientras que entre los colegas mayores la proporción es del 6 %.
