La caja se abrirá el 10 de septiembre. El sistema es el mismo: un ritual pagano colectivo que revela cíclicamente al pueblo el nuevo Santo Grial de la telefonía móvil, el último modelo de iPhone, el 5S.
La revelación proviene de All Things D, el blog de tecnología del Wall Street Journal, que, como un mesías de teléfonos inteligentes, se dirige a los lectores con una solicitud perentoria: "Haga un círculo agradable en su calendario". La cita, ineludible por definición, es con la nueva creación de Apple.
El lanzamiento llega en un momento importante para la empresa con sede en Cupertino, que continúa ganando toneladas de dólares gracias a los iPhones, pero al mismo tiempo ve cómo los insaciables dispositivos Android engullen cuota de mercado.
Una de las preguntas clave es si Apple está adoptando una nueva táctica para atacar a los smartphones de gama media. Hasta ahora, la estrategia ha sido vender modelos de iPhone más antiguos a $100 o $200 más baratos que los nuevos. Pero ahora empezamos a hablar de un nuevo iPhone de bajo coste. Lo que se sabe es que los nuevos dispositivos estarán basados en iOS7, que ha estado en pruebas desde el anuncio de Apple en la conferencia de desarrolladores en junio. El nuevo software incluye una nueva apariencia para menús e íconos y actualizaciones importantes, con mejoras en el sistema de notificación y el sistema de organización de fotos. iOS7 estará disponible para todos los nuevos iPhone, iPad y iPod touch.
Novedades a la vista también para ordenadores y portátiles. De hecho, Apple debería lanzar pronto Maverick, la próxima versión de Mac OS X.
Solo el archienemigo Samsung intentará aguar la fiesta en Cupertino. De hecho, los coreanos han decidido estratégicamente presentar los nuevos teléfonos inteligentes Galaxy el 4 de septiembre. Apenas una semana antes del lanzamiento del nuevo iPhone.
