El Instituto de Obras Religiosas (IOR) cerró 2014 con un beneficio neto de 69,3 millones de euros, tras la reestructuración de 2013 que había reducido sus beneficios a 2,9 millones. El resultado de explotación de 2014 fue de 104,520 millones, frente a los 55,173 de 2013. Así lo ha anunciado hoy el propio Banco Vaticano, que destinará 55 millones al presupuesto de la Santa Sede
Según el instituto, en los resultados influyó "el efecto positivo de la dinámica de los mercados financieros sobre la cartera de valores" y la reducción de "costos operativos de carácter extraordinario".
La operación de reestructuración y "adelgazamiento" del instituto -que en las últimas décadas ha estado en el punto de mira a menudo debido a las investigaciones judiciales- ha reducido también las cuentas a 15.181, es decir, 4.614 menos que en mayo de 2013, de las que 550 se cerraron por " no corresponden a la definición de clientela aceptada”, por lo que ni siquiera podrían haber sido abiertos. Y todos los casos de delitos descubiertos han sido denunciados a las autoridades judiciales vaticanas. Otras 274 cuentas están "en proceso de cierre".
El "nuevo" IOR -que dirige Jean-Baptiste de Franssu desde julio de 2014- reitera que ha "trabajado mucho" para adaptarse a las normas reguladoras en materia de transparencia financiera y que ha realizado "un gran esfuerzo para afrontar con los delitos que en el pasado han afectado al Instituto", que "han sido denunciados a las autoridades vaticanas competentes".
En cifras, a finales de 2014 el IOR tenía un patrimonio de 695 millones, frente a los 720 del año anterior. Sin embargo, el valor total de los activos confiados a la institución aumentó, alcanzando los 6 millones, desde los 5,9 de 2013.
