El presidente francés Emmanuel Macron no se da por vencido con los inmigrantes económicos, pero el primer ministro Paolo Gentiloni recoge su solidaridad y la de la canciller Angela Merkel en el tema de los desembarcos de inmigrantes en territorio italiano. Esto es lo que se desprende en síntesis de la cumbre trilateral entre Alemania, Italia y Francia que se celebró en Trieste. “Haremos nuestra parte en esta lucha – dijo Macron -. Es un deber, pero no podemos acoger a hombres y mujeres que vienen a nuestros países por motivos económicos: estos y los solicitantes de asilo son dos realidades diferentes y no cederé a este espíritu de confusión reinante".
“Expreso mi solidaridad con Italia – añadió el presidente francés -. Francia no siempre ha hecho su parte en lo que respecta a los refugiados, estamos acelerando los procesos y lo haremos”. “Queremos ser solidarios con Italia en política migratoria”, dijo la canciller alemana, Angela Merkel. “Italia -prosiguió- ha hecho grandes cosas, por ejemplo en el registro y acogida de refugiados. Los tres debemos abordar la lucha contra la inmigración ilegal, a través de la cooperación con África, que es especialmente importante para zonas como Níger y Libia”. Para Merkel, “Europa no puede ser sólo la Europa de la economía sino también la Europa que afronta todos los retos juntos”.
Mientras tanto, en París, el primer ministro francés, Edouard Philippe, comunicó el plan migrante puesto en marcha por el Gobierno, que prevé 12.500 plazas para refugiados y solicitantes de asilo de aquí a 2019. Una cifra no muy alta, teniendo en cuenta que más de 2017 inmigrantes han desembarcado en territorio italiano solo desde principios de 80. "No estamos a la altura de lo que debe ser Francia", dijo el primer ministro, Edouard Philippe.
En cuanto al derecho de asilo, Philippe prometió la creación de 7.500 plazas de acogida - 4.000 en 2018 y 3.500 en 2019. El primer ministro también anunció la creación de "5.000 plazas" en el mismo período de dos años para ayudar a los refugiados a obtener alojamiento. Los inmigrantes a los que no se les conceda asilo se convertirán en "objeto de una medida de expulsión", dijo Philippe, subrayando el deseo de "redefinir el marco legal" de los solicitantes de asilo. Con los que obtendrán el estatuto de refugiado "tendremos que ser ejemplares", añadió Philippe. El proyecto de ley será presentado a la Asamblea Nacional en septiembre.