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Información de calidad en la era digital

La información de calidad tiene un costo y debe protegerse de la piratería en la red. El camino del acuerdo entre diarios y plataformas digitales, como el de Google y Fieg, es el correcto. Así se puede crear valor sin penalizar el periodismo ciudadano y a pesar de las feroces palabras del ministro Di Maio contra el link tax europeo

Información de calidad en la era digital

El acuerdo firmado hace dos años entre Fieg (Federación de Editores de Periódicos) y Google para incentivar el paso y potenciación de contenidos editoriales en plataformas digitales fue un éxito. Ante una crisis catastrófica de los periódicos tradicionales, las editoriales -lo dejó claro el presidente de Fieg Maurizio Costa- sólo tenían dos caminos: hacer la guerra a los nuevos sujetos que con sus plataformas robaban espacio a los medios de papel, o intentar la vía del diálogo identificar las ventajas recíprocas de colaborar. La elección recayó en este segundo camino también porque ante un Los ingresos del sector editorial caen un 50% en diez años, no fue posible iniciar ninguna política de resistencia. Y esta elección está dando resultados positivos para ambos actores.

De hecho, se ha iniciado una fase de valorización de los derechos de autor y de los contenidos editoriales transmitidos a través de la plataforma de Google. Esto también ha supuesto un resultado económico que por ahora parece significativo pero todavía modesto, pero que según estimaciones más optimistas puede alcanzar los 40 millones de euros al año. Los editores han podido beneficiarse de los datos de sus usuarios que las plataformas digitales saben mucho mejor que la publicación tradicional. No sólo eso, sino que en estos dos primeros años ha habido una importante actividad formativa en la que han participado 2000 periodistas y 800 representantes de editoriales para poder difundir el correcto uso de las nuevas tecnologías y, en lo que a las editoriales se refiere, la nuevas posibilidades habilidades de marketing que ofrece el conocimiento profundo de los datos que ofrece Google Analytics. Por supuesto, Google no se ha quedado atrás ya que ha visto multiplicarse sus ingresos publicitarios.

Las perspectivas para los próximos años son aún más interesantes, como subrayaron en pleno acuerdo tanto Maurizio Costa como Carlo D'Asaro, representante de Google. De hecho, durante los próximos años, el foco estará puesto en potenciar el modelo de negocio a partir de la necesidad de cambiar a una modelo de suscripción para todos los periódicos, posible también gracias al estudio de los datos puestos a disposición por la plataforma digital, y a la defensa cada vez más puntual de los derechos de autor y por tanto de los contenidos de calidad, para lo que también se está pensando en una plataforma premium de publicidad.

Por último, en el contexto del acuerdo y en el marco de las nuevas reglas que Europa y las autoridades nacionales deberían lanzar en breve, el tema de la fiscalidad que afecta a las empresas tradicionales, mientras que los nuevos gigantes digitales hasta ahora han sido capaces de eludir los estándares nacionales. Seguramente el camino del acuerdo entre diarios y plataformas digitales aparece la que en perspectiva podría conducir a un aumento en el valor del negocio para ambos jugadores. Los gobiernos deben asegurar un marco regulatorio capaz de estimular la cooperación sobre una base equitativa y no intervenir con prohibiciones o defensas de los viejos que no pudieron resistir el avance abrumador de la tecnología.

Y esa parece ser la intención del gobierno, según aseguró el subsecretario Vito Crimi, quien insinuó la posibilidad de impulsar una mejora de la calidad de la información, sin por ello penalizar la vitalidad del periodismo ciudadano que es una de las características de la red. En temas fiscales, Crimi no fue demasiado lejos, como los otros oradores, mientras tanto. El ministro Di Maio emitió un feroz comunicado contra la tasa de enlace que acaba de aprobar el Parlamento Europeo. Sin embargo, esto no es un impuesto sino el derecho de los editores a bloquear sus contenidos publicados en la red sin su consentimiento. En realidad, se trataría de una elección europea a favor de regular lo que se publica en la web y a favor de acuerdos, como el que hace Google con editores, para potenciar contenidos de calidad (cuya producción tiene un coste) desventaja de la piratería en la red.

Finalmente, conviene recordar que Junto a la transformación digital de los diarios tradicionales, Google también deberá desarrollar acuerdos con editores nativos digitales, como de hecho ya lo está haciendo al darles la bienvenida a su quiosco. Pero incluso en este caso, es necesario explorar los problemas de mejorar la calidad de la información en detrimento de la información pirateada.

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