Con la mirada puesta en Italia y Arabia Saudí, atestadas de peregrinos a las ciudades santas de Roma y La Meca, el gobierno indio ha decidido invertir en un proyecto que realza el patrimonio espiritual del subcontinente. En el país que fue la cuna del budismo y que se identifica profundamente con una tradición religiosa -la hindú- milenaria, ciertamente no falta material.
“Si consideramos el turismo espiritual en el mundo”, observa Mahesh Sharma, Ministro de Turismo y Cultura, “nos damos cuenta de que es una realidad muy importante. Las calles de Roma se consumen con los pasos de los turistas y lo mismo ocurre con las de La Meca o Medina. No somos menos. Nuestro potencial es muy rico y nuestros lugares sagrados combinan épica con espiritualidad”.
Modi, entusiasmado con un proyecto que potencia la identidad nacional y que además promete un importante retorno económico, ha destinado 5 mil millones de rupias para el desarrollo de 5 itinerarios turísticos: el Ganges, el noreste de la India, Kerala y los itinerarios por los lugares relacionados con Buda o Krishna .
A estos primeros destinos se han sumado muchos otros, así como paquetes turísticos que combinan monumentos tan conocidos como el Taj Mahal o la tumba de Humayun con atractivos turísticos menores. También se decidió intervenir para facilitar el acceso a los monumentos y el uso de las obras, potenciando las instalaciones para minusválidos y dotando los espacios de conexión wi-fi y centros de información multilingües.
Los institutos de promoción turística también estudian la posibilidad de ofrecer a los turistas internacionales un servicio "end-to-end" que atienda a los visitantes extranjeros desde la entrada hasta la salida del país, atendiendo todas sus necesidades, desde taxis equipados con navegadores GPS hasta traslados en helicóptero , desde material ilustrado escrito en los principales idiomas europeos y asiáticos hasta una eficiente oferta de intérpretes.
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