Entre un crecimiento débil en Estados Unidos, una recesión en Europa y una desaceleración en Asia, a menudo no hay buenas noticias para la economía mundial. Pero los indicios de recuperación, aparte de la primera luz en China, abundan en Brasil. En agosto, la producción industrial aumentó considerablemente respecto a julio, y fue el automóvil el que condujo. Esta no es una situación económica de 'llama en la sartén': la industria automotriz está en una tendencia de expansión estructural. Brasil avanza por esa frontera mágica, cuando la clase media se expande y de repente aparecen en el mercado de automóviles millones de familias que han alcanzado el nivel de ingresos necesario para adquirir un vehículo de cuatro ruedas.
La presidenta dilma roussef acaba de inaugurar la primera piedra de una fábrica de BMW en el estado de Santa Caterina (al sur del país). No solo eso: Land Rover y Renault-Nissan han anunciado la construcción de nuevas plantas. Se estima que de aquí a 2015, en apenas tres años, la capacidad de producción del automóvil brasileño aumentará de 4,3 millones a 6,6 millones de unidades. Ciertamente, existe un exceso de capacidad de producción en todo el mundo, pero se concentra en Europa y Japón. Pero las iniciativas brasileñas se basan en la creencia de que el aumento de la producción será absorbido por la demanda interna.
http://riotimesonline.com/brazil-news/rio-business/auto-industry-boosts-brazil-recovery/#
