De hecho, entre abril y junio de 2017, según datos oficiales de Unioncamere-Infocamere, 3.008 empresas quebraron, frente a 3.537 en el mismo período de 2016. En términos porcentuales, la desaceleración fue del 15% y confirma el resultado del año pasado, cuando ya había una disminución del 3% en comparación con 2015. En relación con la estructura empresarial italiana, el fenómeno de la apertura de procedimientos de quiebra afecta, por lo tanto, a un número muy limitado de empresas.
La reducción del flujo de nuevas quiebras fue más sustancial en términos porcentuales en el Nordeste (-16,8% respecto al segundo trimestre de 2016) y en el Sur e Islas (-16,5%). En las regiones del Noroeste, los concursos de acreedores fueron un 14,7% menos que el año pasado y -12,2% en el Centro.
A nivel sectorial, el descenso de los concursos de acreedores afecta especialmente a la construcción
(-24,8% respecto al segundo trimestre de 2016), transporte y almacenamiento (-21,1%), actividades manufactureras (-16,9%) y comercio al por mayor y al por menor (-12,9%).
