Bolsa, adiós: soy y hojas. Ayer, al término de la oferta pública de adquisición promovida por el accionista mayoritario, Consob ordenó la exclusión de cotización de las acciones del gigante del embalaje con sede en Bolonia. La oferta recibió suscripciones equivalentes al 25,389% del capital social, por un valor total de 746.055,812 millones, más otros 50 millones por las acciones restantes. Por lo tanto, a partir del 28 de enero de Piazza Affari perderá una de las pocas multinacionales italianas cotizadas. Pero por una vez, no hay necesidad de llorar sobre la leche derramada.
La decisión de salir de la lista después de 25 años está ligada a una doble necesidad: fortalecer el control de Alberto Vacchi en la empresa, líder de la familia, ya un candidato autorizado a la presidencia de Confindustria, que ha comprado muchas acciones en circulación; dar cabida a un accionista minoritario dispuesto a apoyar la expansión del negocio de la empresa, un gigante con una facturación de 1,6 millones y más de 6 empleados en todo el mundo que fabrica máquinas automáticas para envasar los productos más diversos, desde el té hasta los medicamentos, desde el tabaco hasta los cosméticos, que ha crecido espectacularmente en los últimos años gracias a adquisiciones en Italia y en el extranjero.
Una política que Vacchi pretende continuar sin comprometer la estabilidad financiera. De ahí la decisión de proceder con la exclusión de cotización dada la oportunidad de contratar a un socio financiero dispuesto a invertir en la empresa. A saber, el Fondo BC Partners quien, mientras esperaba ingresar a la capital del Inter, dio un gran golpe al asegurarse 45% de Ima, contra 55% de la dinastía boloñesa.
Una operación de 1,4 millones, bajo la bandera de un fuerte cambio ideológico: la era de "lo pequeño es hermoso" ha terminado. La necesidad de enfrentarse a un mercado cada vez más complejo, junto con una actitud más rígida del sistema bancario, condicionado por las reglas impuestas por la supervisión de la UE, empuja a los industriales italianos a buscar, en casa o en el extranjero, alianzas con socios capaces de permitir una política más agresiva. o, como no ocurre con Ima, renunciar a unas muletas bancarias ya insostenibles.
La investigación más amplia es también una de las razones de laacuerdo por valor de mil millones y 150 millones entre Moncler y Stone Island, un nuevo capítulo en la historia del made in Italy: dos marcas muy distintas, con diferente posicionamiento, pero con una ventaja en términos de financiación y capacidad de distribución. Mayores dimensiones significan mayor capacidad de maniobra e inversión, necesario para descargar creatividad y tecnología detrás del Lab donde experimentas continuamente.
Acuerdos de este tipo podrían estar a la orden del día, según señaló Gianni Tamburi: "En un momento -dice- no era fácil combinar operaciones de fortalecimiento industrial, aunque fueran lógicas, porque había muchos obstáculos que superar". Hoy, por el contrario, la venta de Stefanel a Ovs (en administración) se ha concretado en un tiempo relativamente corto.
Y, hablando de exclusión, pronto podría ser el turno de Cierres de Guala (propiedad de Investindustrial) y por Cerveza. Pero también de Tesmec de la Biesse, que ha estado durante mucho tiempo en la mira del capital privado.