Carlo Calenda, el ministro que podría haber puesto fin con éxito a los desastres de laAlitalia, de las fábricas Ilva y del ex Lucchini en Piombino corre el riesgo, sin culpa suya, de llevarse a casa un puñado de castañas secas al final de su mandato. La reunión del miércoles 10 de enero en el Ministerio sobre el futuro de Ilva aparece como la prueba final de una mala historia que se ha creado con el tiempo y alimentado localmente en torno a la inversión extranjera más importante en Italia en las últimas décadas, una inversión que casi ha alcanzado su objetivo final.
El Gobernador de Puglia, tras los insultos, insiste en que el Ministro sea apartado de la mesa que le pertenece y quiere al Primer Ministro delante de él. El alcalde de Taranto se puso del lado de él con ese bigote "tirabaci" que lo hace parecer el compinche de la comedia napolitana. Para no quedarse atrás, el presidente de la Provincia de Taranto ha considerado oportuno activar un procedimiento ante el Tribunal Administrativo en oposición a la acción iniciada por su Región y por su Alcalde.
Falta el comité del distrito de Tamburi y luego hemos puesto a todos los protagonistas de una historia que con los Rivas ha convertido en una tragedia a la siderúrgica más importante de Europa. No contento, Michele Emiliano siempre les recuerda a todos que además de sus documentos fiscales, hay un expediente pendiente en la Fiscalía Penal de Taranto: una bomba de relojería que podría poner en duda todo el asunto de las plantas de Ilva.
¿Qué puede salir el día 9 del ministerio en via Veneto? ¿Otro aplazamiento más? ¿O como muchos temen un replanteamiento estratégico de Mittal que ponga en entredicho toda la inversión? El gigante indio no tiene intención de poner en riesgo su dinero sin la certeza de un contrato que deja en la puerta todas las incógnitas de juicios administrativos y procesos penales.
En este caso, dicen los más cercanos colaboradores del empresario indio, tras los relatos de Emiliano & C., podría ser necesaria una garantía adicional del Estado de unos pocos millones de euros. ¿Y si Mittal se rindiera? La adquisición automática de Jindal, el segundo competidor, ni siquiera es concebible. La licitación internacional debe reiniciarse con todo lo que ello conlleva. Al menos un año, valores bajistas y credibilidad herida de muerte en los mercados.
La mesa del ministerio se ha convertido en una mesa de juego. En la alfombra verde, los juegos de azar se juegan con fichas que no son "pagadas" por quienes las juegan, sino por los contribuyentes italianos. Si gana el Gobernador de Puglia, gana él solo; si pierde no paga. Así que todos aquellos que le sigan en una aventura que tiene muy poco de industrial. Surgen conflictos de poder, reivindicaciones de competencia, protagonismos individuales y ventajas locales y luego, ahora, también el deseo de decidir candidatos y escaños.