Después de una cumbre de cuatro horas en el Palazzo Chigi entre el Gobierno, encabezado por el primer ministro Giuseppe Conte, y el Mittal, parece que se abren algunos destellos para la antigua planta siderúrgica Ilva en Tarento.
Fue el propio Conte quien lo dijo: "Los MIttals, durante este extenso enfrentamiento, se pusieron a disposición para iniciar de inmediato una interlocución para definir un camino compartido en Tarento". Por parte de la empresa hay "una voluntad muda" de diálogo y "una gran apertura", añadió el primer ministro, quien sin embargo admitió con realismo que por ahora "no hemos obtenido ningún resultado".
Comienza así una "cansada, larga y complicada negociación" con el objetivo de un nuevo plan industrial para relanzar y recuperar la planta de Taranto.
En concreto, Conte pedirá a los comisarios "un aplazamiento de la audiencia" judicial "a condición de que Mittal siga adelante con la producción".
El primer ministro añadió que se mostró partidario de la posibilidad de implicación pública en la operación Ilva "con la implicación del sistema italiano, también con medidas sociales si fuera necesario, de acuerdo con los sindicatos". Luego sostuvo que en la cumbre "no se habló de escudo penal sino de cómo solucionar el problema del polo industrial" a través de "un nuevo plan industrial y nuevas soluciones con tecnologías ecológicas y máxima apuesta por la recuperación ambiental".
Esta mañana ArcelorMittal emitió un comunicado de prensa oficial para calificar la reunión en el Palazzo Chigi como "constructiva" y para confirmar que continuarán las conversaciones para llegar a un acuerdo.
