Sesenta y dos es el número mágico a tener en cuenta en la víspera de la mesa de debate sobre Ilva convocada para el 30 de julio en la Mise por el Ministro de Desarrollo Económico y Trabajo, Luigi di Maio.
Habrá 62 siglas presentes entre asociaciones, autoridades locales y diversos sujetos. El alcalde de Tarento, Rinaldo Melucci, pero también el presidente de la provincia, Martino Tamburrano, estuvieron ausentes en gran medida. Aunque ambos son muy conscientes de que está en juego el futuro de Ilva, ambos cuestionan la excesiva expansión de la participación. Entre los presentes habrá, de hecho, algunos activistas que el pasado mes de mayo, al grito de "asesino asesino", persiguieron al alcalde de Taranto dependiente de la Prefectura tras el accidente de trabajo en el que Angelo Fuggiano, de 28 años, trabajador de la empresa Ferplast, perdió la vida Ilva. De ahí el comentario del alcalde, según el cual “el amateurismo fanfarrón que el ministro Di Maio hará pasar por transparencia y democracia, es sólo un guion bien elaborado para cubrir el vacío de propuestas y coraje”.
"¿Demasiadas siglas hoy en la mesa de Ilva?" Bueno, "hay partes interesadas" y el método M5S es "escuchar a todos", respondió Di Maio a distancia hablando en el programa de televisión. General en A7.
Por lo tanto, las negociaciones no parecen reiniciarse con los mejores auspicios, incluso si la reunión de hoy podría marcar un punto de inflexión. Precisamente, será en este contexto en el que ArcelorMittal presentará la propuesta de mejora prometida la semana pasada en la carta enviada a los comisarios.
Por otro lado, el gobernador de Puglia, Michele Emiliano, se pone del lado de Di Maio que, en Twitter, parece querer aumentar la dosis: "¿Quién teme la presencia de ciudadanos en mesas institucionales a las que ni siquiera la Región estaba permitido con el gobierno del Partido Democrático Puglia?".
Sin embargo, en lo que respecta a los sindicatos, las dudas de las diversas asociaciones son expresadas por el secretario general de la Fim Cisl, Marco Bentivogli, quien habla del "riesgo concreto de la pasarela: convocar a 62 asociaciones sin ningún criterio de representatividad no es sinónimo de participación y franqueza. Juntar cargos institucionales electos y personas electas por los ciudadanos y por el 85% de los trabajadores con otros solo sirve para
asegúrese de que en las dos horas que nos da Di Maio, solo él y la empresa hablarán".