Un derbi de cine por primera vez de los chinos. El gol de Zapata en el minuto 97 abrió los créditos finales de un partido loco y emocionante, sobre todo, al final, para los aficionados y jugadores del Milan.
Sí, porque al Inter se le fue de las manos el partido cuando parecía que ya lo había ganado. Dos a cero al final de la primera parte, con un doblete Candreva-Icardi que parecía haber dejado atónito al Milan, bastante brillante durante la primera media hora y que en cambio parecía resignado tras la doble ventaja del Inter.
En la segunda parte, los nerazzurri se las arreglaron ante un Milán desmoralizado, en el que sólo dieron señales de vida las buenas entradas de Deloufeu y Locatelli, y desperdiciaron un par de ocasiones, una de ellas bastante sensacional con Perisic.
Entonces, casi de la nada, Romagnoli marcó el 2-1, dando vida a un final emocionante y lleno de sobresaltos. Hasta el gol en el último suspiro de Zapata, que hizo vitorear a Montella ya los suyos como por una victoria, e hizo llorar a Icardi y los nerazzurri. El primer derbi chino termina en empate, y quizás con razón.
