La sostenibilidad es el paradigma del momento e incluso el mundo del lujo, tradicionalmente uno de los más contaminantes, empieza a adaptarse. La primera empresa en hacerlo es la italiana Prada, que ha firmado un préstamo vinculado a la sostenibilidad con Credit Agricole Group. Esta operación, pionera en el sector, introduce un mecanismo de recompensa que permite vincular la consecución de ambiciosos objetivos de sostenibilidad a un ajuste de márgenes anual.
El Sustainability Term Loan (préstamo a plazo vinculado a la sostenibilidad) consiste por tanto en un préstamo de cinco años de 50 millones de euros cuyo tipo de interés puede ser reducido en función de la consecución de objetivos relativos al impacto ambiental de su actividad. Los tres parámetros que tendrá en cuenta Credit Agricole son: número de tiendas con certificaciones LEED Gold o Platinum de ahorro energético y bajo impacto, número de horas de formación para los empleados y el uso de Prada Re-Nylon (nylon regenerado) para su propia producción. .
Incluso si el monto de la financiación es relativamente bajo, el grupo liderado por Miuccia Prada y Patrizio Bertelli, y que cotiza en la Bolsa de Valores de Hong Kong, está enviando una señal importante. Así como es significativa la iniciativa de otro gran grupo italiano, Enel, esta vez en el sector energético que es también el más implicado -no sólo económica sino industrialmente- en el compromiso por la protección del medio ambiente. Hace aproximadamente un mes, tras el éxito de la primera emisión en EE. UU. en septiembre, Enel lanzó -y es la primera en Europa en hacerlo- una bonos por 2,5 millones vinculado a los objetivos de sostenibilidad de la ONU. La demanda superó la oferta cuatro veces.
