Asociado siempre a grandes motores y grandes prestaciones, BMW se lanza con fuerza al mercado eléctrico, poblado -al menos en el imaginario colectivo- por coches pequeños de poca potencia y estética dudosa. La apuesta de la casa alemana se llama i3, tiene un corazón de 170 caballos y una batería de alto voltaje que te permite recorrer hasta 160 kilómetros con una sola carga, lo que se puede hacer con un cable eléctrico normal en casa o en estaciones de carga. público. Y para aquellos que no confían completamente en lo eléctrico, es posible tener, como opción, un motor de gasolina adicional de 34 caballos que amplía la autonomía hasta los 300 kilómetros.
Pero no vivimos solo de innovaciones verdes. Los fanáticos del control remoto a través de un teléfono inteligente podrán descargar una aplicación (para iPhone y Android) que rastrea el nivel de carga, las condiciones de la batería, la ubicación y los mensajes de servicio.
El BMW i3 saldrá a la venta en Europa en noviembre con un precio de salida de 34,950 euros. Una posición interesante e innovadora dentro de un mercado que no conoce medias tintas, entre el caro Tesla y los menos refinados y más baratos Nissan Leaf y Chevrolet Volt. Pero la jugada de la empresa alemana podría tener pronto formidables competidores en la categoría de lujo: Mercedes Benz y Audi ya se están organizando. Mientras tanto, el fabricante de automóviles de Múnich no se queda de brazos cruzados y ya está desvelando algunos detalles sobre el nuevo i8, un deportivo híbrido. Y Mini, controlada por BMW, también está probando en campo la versión eléctrica del histórico biplaza: el Mini E.
