Los grandes nombres de la economía se asegurarán de que los "bancos tengan el capital adecuado" para dar "una respuesta internacional fuerte y coordinada a los nuevos desafíos económicos". Así leemos en el comunicado emitido por los ministros de Hacienda y banqueros centrales del G20 tras la cena de ayer, al margen de la última cumbre del FMI en Washington.
“Nos comprometemos a adoptar todas las acciones necesarias para mantener la estabilidad del sistema bancario y de los mercados financieros”, escriben nuevamente los líderes de las economías mundiales, subrayando que “los países de la zona del euro están implementando las decisiones tomadas el 21 de julio de 2011” . Esto significa que las autoridades del Viejo Continente están dispuestas a "tomar las acciones necesarias para aumentar la flexibilidad" del Fondo Europeo de Ahorro del Estado (FEEF) para evitar el riesgo de "contagio" de la crisis de la deuda.
Los bancos centrales, por su parte, "seguirán aportando liquidez al sistema bancario", aplicando "políticas monetarias con el objetivo de mantener la estabilidad de precios y seguir apoyando el crecimiento".
Además, con vistas a la cumbre que se celebrará en Cannes el próximo 3 de noviembre, Francois Baroin, ministro de Hacienda francés y actual presidente del G20, ha anunciado un "ambicioso plan de acción colectiva, en el que cada uno tendrá su papel que desempeñar" para "apoyar crecimiento” e “implementar planes creíbles de consolidación fiscal”.
