Il Sector costero italiano es en revuelta. Viernes Agosto 9, los establecimientos cerrarán sus paraguas durante dos horas (de 7 a 30), iniciando una serie de huelgas culminando con cierres extendidos de cuatro horas el lunes 19 agosto y hasta seis u ocho horas Jueves agosto 29.
La causa de esta protesta es la Directiva Bolkestein de la Unión Europea, que prevé la apertura de concesiones de playas a licitaciones públicas. Los operadores de la industria piden al gobierno que proteja sus inversiones y garantice una compensación adecuada. Pero el gobierno meloni se encuentra entre dos fuegos: respetar las leyes europeas para evitar fuertes sanciones o proteger un poderoso lobby nacional que durante mucho tiempo ha representado un importante bastión económico y político. A medida que pasan los días y se acerca la fecha límite, la tensión crece y el futuro de las concesiones de playas es cada vez más incierto.
El tira y afloja por las concesiones de playas
La controversia gira en torno a la Directiva Bolkestein, que exige la asignación de concesiones de baño medio licitaciones publicas para promover la competencia. La ley de competencia del gobierno Draghi establece que las concesiones existentes expirarán el 31 de diciembre de 2024, con subastas que debe comenzar desde Enero 2025. Licitaciones que tendrán que renovarse cada diez años. Pero el gobierno, aún sin reglas claras, espera posponer lo inevitable por enésima vez. Sin directrices claras, unas 30 concesiones corren el riesgo de expirar sin compensación, generando un potencial caos para el sector.
Las peticiones de Bruselas
La Unión Europea pide a Italia que detener las renovaciones automáticas de concesiones y abrir el mercado a nuevas empresas mediante licitaciones, de conformidad con el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. El Consejo de Estado italiano ya ha determinado que las concesiones actuales han expirado y que el las extensiones automáticas son ilegítimas. Además, Italia se encuentra actualmente por debajo procedimiento de infracción por no haber respetado la normativa europea. Bruselas ha planteado objeciones a la aplicación de la Directiva Bolkestein en Italia, al considerar que la mapeo de playas proporcionada por el gobierno italiano, que indica que el 67% de la costa está disponible para el mercado libre y sugiere áreas turísticas potenciales, no justifica la exención del proceso de licitación. A pesar de los esfuerzos de Italia por demostrar que no hay escasez de recursos, la UE sigue siendo escéptica y podría llevar el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
¿Qué piden los bañistas?
Los operadores de playas italianos, representados por asociaciones como Fiba-Confesercenti y Sib, se oponen a la Directiva Bolkestein. Sus peticiones se centran principalmente en dos puntos: el reconocimiento de inversiones llevado a cabo y elindemnización por las estructuras construidas a lo largo de los años. Este atractivo se ve reforzado aún más por la reciente decisión del Tribunal de Justicia Europeo, según la cual el Estado puede adquirir estructuras inmuebles, como bares y piscinas, sin reembolso, al final de las concesiones. Un ejemplo es el caso de Rosignano Marittimo, donde las estructuras fueron expropiadas sin compensación.
Sorprende que el poderoso sindicato Sin, liderado por Antonio Capacchione y conocido por su oposición a todo y a todos, llegue a arrepentimiento Mario Draghi. Antonio Capacchione, presidente del sindicato Sib, expresó la frustración del sector declarando: “Dejen de burlarse de nosotros. Que aprueben la ley de reorganización en el Consejo de Ministros o al menos apliquen las reglas de Draghi".
El dilema del gobierno Meloni
El gobierno Meloni se encuentra entre la espada y la pared: por un lado, la poderoso lobby de los balnearios italianos que requiere protección para sus inversiones y, por el otro, la presión de Comisión Europea lo que exige el cumplimiento de las normas de competencia. El temor es que, al aceptar las ofertas, Europa cierre la puerta a las solicitudes de compensación para los actuales distribuidores. Un portavoz de la Comisión Europea subrayó que el dictamen motivado representa la última etapa antes de una posible remisión de Italia ante el Tribunal de Justicia de la UE. El calendario es ahora ajustado y se espera que la transición tenga lugar en septiembre. El mapeo de las playas presentado por Roma podría resultar insuficiente y, si interviniera el Tribunal, podría anularlo todo.
Además, existen riesgos Legal importante: si el gobierno decide ampliar las concesiones de playas, estas extensiones podrían ser invalidadas por los tribunales, ya que las sentencias del Consejo de Estado y del Tribunal Constitucional exigen el cumplimiento de la Directiva Bolkestein. Además, también el Quirinale ha Solicitó adaptación a las normas europeas.. Sin embargo, aceptar estas reglas podría provocar una fuerte oposición por parte de los complejos turísticos de playa.
"Hay un debate sobre el dictamen motivado de la Comisión Europea que continúa, con sus complejidades", declaró el ministro de Asuntos Europeos, Raffaele Fitto, en una rueda de prensa al margen de la conferencia.último consejo de ministros antes de las vacaciones de verano.
Mientras el tiempo se acaba y la presión aumenta por todas partes, el gobierno de Meloni debe encontrar un delicado equilibrio. ¿Podrá apaciguar a Bruselas sin desatar una tormenta desde el poderoso lobby de los balnearios? El futuro de las concesiones pende de un hilo y el juego está lejos de terminar.