Ayudar a España le costaría a Italia un punto y medio del PIB. Este es el efecto que tendría en nuestras finanzas públicas la contribución a un posible plan internacional a favor de Marid. Fue la alarma que se dio el Ministro de Economía, Vittorio Grilli, en una entrevista con Repubblica.
“Italia correría con el mayor coste –subrayó el ministro-. Ya en los últimos dos años, nuestra deuda pública ha aumentado cuatro puntos debido a los préstamos a Grecia, Irlanda y Portugal. Si se disparan las ayudas a España, por nada menos que 100 millones, la cuota italiana equivaldrá a otro punto y medio del PIB. En definitiva, debemos ser generosos, pero también debemos evaluar detenidamente el impacto en las finanzas públicas, sobre todo porque todavía estamos atravesando una etapa económica muy, muy difícil”.
Grilli luego reiteró una vez más que Italia no pedirá intervenciones al BCE ni al fondo Salva-Stati, "porque no las necesitamos".
En cuanto a la nueva ley de estabilidad, que aterriza hoy en la Cámara, "queríamos enviar una señal contundente al país -prosiguió el ministro-: el rigor está dando sus frutos y podemos empezar a devolver esos frutos a los ciudadanos, iniciando un proceso de reducción de la carga tributaria". .
Luego, en defensa propia: “Entiendo las críticas sobre algunos puntos puntuales de la disposición -explicó Grilli-, pero aquí, por primera vez en mucho tiempo, estamos recortando las tasas del Irpef a los ingresos más bajos en dos puntos porcentuales. Esta señal hay que recibirla, desde la política y la sociedad, porque es positiva. Pero si incluso esto se transforma en una señal negativa en la polémica diaria, entonces se convierte en un suicidio para el país". Las principales críticas al gobierno sin embargo, está relacionado con el aumento del IVA a partir de julio próximo, lo que corre el riesgo de anular los efectos benéficos dados por la rebaja del impuesto a la renta.
Grilli admitió que se podrían corregir algunos puntos de la maniobra: “El Gobierno está disponible para discutir y aceptar las propuestas de mejora que surjan de las fuerzas políticas en el Parlamento", pero sólo a condición de "que no se alteren los equilibrios y que no cambia el sentido global de la maniobra".
